"Los amantes de la chirimoya de todo el mundo, desde Canadá a Jordania, pasando por Europa, tienen preferencia por la de origen libanés", afirma Chady Kaadan, director general de Kaadan Center. Según el productor, la chirimoya libanesa tiene un gran potencial aún por explotar.
Chady lleva más de 14 años produciendo chirimoya en el sur del Líbano y exporta su fruta a todo el mundo. "A los consumidores les encanta la chirimoya libanesa y la prefieren a la de otros orígenes. Se trata de un cultivo autóctono del país y las condiciones son muy buenas, lo que se traduce en una mayor jugosidad, mientras que la fruta de la competencia es más seca, y también en un sabor más dulce", señala el experto.
El productor añade: "Es cierto que la chirimoya producida en otros orígenes tiene un precio más competitivo, pero nuestros precios se justifican por unos costes de producción más elevados, unidos a una mejor calidad. A pesar de la diferencia de precio, una vez que los consumidores descubren la chirimoya libanesa, no quieren otra, y eso es lo que estamos viendo en Dinamarca, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania y Jordania, donde los consumidores demandan la de origen libanés. La demanda internacional es tan fuerte que en Kaadan exportamos el 95% de nuestra producción".
Aunque la fruta en sí no es convencional, Chady dice que apuesta por que el público europeo descubra el origen libanés. "Tenemos una gran capacidad de producción y podremos seguir el ritmo del aumento de la demanda".
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Chady Kaadan
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