En los últimos años, la producción de fresa ha pasado del cultivo al aire libre al cultivo bajo cubierta. Junto con los tomates, los pimientos y los pepinos, la fresa es ahora un cultivo de invernadero. Existen importantes proyectos de expansión con invernaderos de cristal de alta tecnología. Sin embargo, por diversas razones, no siempre es posible. Por lo tanto, un invernadero de film puede ser una solución. Este año, la familia Lambrechts ha optado por ampliar con un invernadero de film de alta tecnología.
Dries, Kris y Stijn Lambrechts.
La familia tiene un terreno en Bélgica que solía albergar un vivero de árboles, pero que ahora cuenta con un invernadero de film de 2,2 hectáreas. No es el primer invernadero de estos productores de fresas. Kris Lambrechts y su mujer, Tinne Peeters, se hicieron cargo de la empresa de los padres de Kris en 2001. Poco a poco fueron creciendo hasta alcanzar más de 12 hectáreas. Los dos productores y sus hijos, Dries y Stijn, se dedican al cultivo en invernaderos de cristal y plástico y en estanterías.
Con Dries y Stijn en el negocio, la empresa tenía planes de expandirse aún más. Querían un terreno cercano para esta última expansión. Algo difícil de conseguir en Bélgica, además del permiso para construir en él. Un invernadero de cristal no funcionaría en el lugar elegido, así que, construir un invernadero de film con un techo mucho más bajo era la solución. El invernadero Ventrio tiene 3,4 m de altura, mucho menos que la mayoría de los invernaderos de cristal modernos.
En otoño, este invernadero de film alberga la variedad Elsanta. El año que viene quieren cultivar una variedad perenne. Cada vez más freseros se plantean cultivar estas variedades. Los ensayos de Delphy demuestran que, en lugar de un sprint, con el consiguiente pico de mano de obra, el cultivo se convierte en un maratón con una producción más uniforme pero más larga y estable.
Este invierno, la familia volverá a encender las luces para cultivar una cosecha de invierno bajo luz. Adquirieron experiencia con este tipo de cultivo en la temporada 2021/2022, pero se saltaron el invierno pasado debido a la crisis energética, señala Dries. Este año, sin embargo, Coöperatie Hoogstraten, que se ocupa de las ventas de los productores, puede esperar de nuevo fresas de invierno.
El nuevo invernadero (aunque actualmente hay pocos proyectos hortícolas nuevos) no es el único del sector fresero. Este año, los principales productores de invernadero Royal Berry y Brookberries también han abierto nuevos invernaderos, mientras que Dutch Berries supera las 40 hectáreas con su recién anunciada ampliación. A escala internacional, el cultivo de fresas en invernadero también goza de gran popularidad. Por ejemplo, varios productores norteamericanos se han lanzado al cultivo de fresas.
Muchas fresas holandesas y belgas se cultivan para el consumo local. También se exportan, pero en cantidades limitadas.
En los Países Bajos, la superficie de fresa bajo invernaderos y túneles casi se ha duplicado en una década. También Flandes registra un aumento constante de la superficie. En los últimos años, los estadísticos flamencos señalan un cambio del cultivo al aire libre al cultivo cubierto. El cultivo al aire libre ha aumentado un 10,2% en 2023, mientras que el cultivo en invernadero ha crecido un 9,5%. En 2022, el cultivo al aire libre holandés contaba con 839 hectáreas de producción. De las 1.040 hectáreas de Flandes en 2023, 416 estaban permanentemente cubiertas.
En los últimos años, la superficie de fresa cubierta holandesa y flamenca se ha mantenido en su mayor parte sin cambios. Las cifras preliminares para 2023 en esas zonas muestran incluso un ligero descenso. La crisis energética se ha dejado sentir también en el cultivo de la fresa, sobre todo entre los todavía numerosos pequeños productores. Los productores se expanden y se añaden otros nuevos, por ejemplo, transformando un invernadero de tomates en uno de fresas.
