Está haciendo calor –hasta 36 °C–, como les gusta a los productores de uva del Cabo Septentrional.
"No se prevén lluvias para las dos próximas semanas y esperamos que las uvas maduren antes", dice un miembro del sector vitícola de la región que prefiere no ser nombrado.
"Comenzamos a envasar el lunes las Prime y Early Sweet. El viernes empezaremos con la Starlight".
Destaca que todas las uvas de su empresa ya están apalabradas; de hecho, los pedidos superan la oferta disponible, pero es normal a principios de la temporada; más tarde se equilibra.
Gran parte de las uvas que se están envasando y cargando se espera que lleguen a Europa y el Reino Unido antes de Navidad para los programas del retail. Vietnam, Singapur y Malasia también compran cultivares tempranos de Sudáfrica.
La presencia de la Sweet Globe peruana en China los deja fuera durante la primera fase de la campaña de uva hasta que llegan los cultivares deseados por los compradores chinos.
"Deberíamos poder enviar Ralli o Midnight Beauty, envasadas antes de la semana 52, a tiempo para el Año Nuevo chino. Por desgracia, este año cae demasiado pronto para nuestras Sweet Globe".

La congestión portuaria no es un fenómeno nuevo y sus operadores logísticos, "frescos" de la temporada citrícola, están bien familiarizados con la logística impredecible de Sudáfrica y siempre cuentan con planes alternativos.
El exportador no está excesivamente preocupado; han conseguido contenedores sin problemas, señala, pero para asegurarse, están intentando usar buques frigoríficos y envío aéreo (aunque en envío en avión supone retos en los mercados especiales).