Cada año, Prince de Bretagne produce cerca de 2.000 toneladas de cebollas de Roscoff DOP y 2.500 toneladas de cebollas rosa de Bretaña, lo que representa menos del 1% de la producción francesa. Para 2023, Pierre Gélébart, jefe de producto de Prince de Bretagne, habla de una campaña "a dos velocidades". 
"Continuamos el año pasado. Los consumidores buscan cada vez precios más bajos porque cuidan mucho su cartera". Las ventas de cebollas Roscoff DOP siguen siendo "correctas", beneficiándose de la reputación de la DOP y de la distribución francesa, así como de un fuerte mercado de exportación. Para las cebollas rosas de Bretaña, vendidas principalmente en el Gran Oeste, el mercado se revela "más complicado". "Una distribución algo más amplia garantizaría a los productores un flujo regular de ventas y daría a los consumidores la oportunidad de descubrir las cualidades gustativas de esta cebolla: picante y ácida en crudo, dulce y suave cocinada. Los costes de producción son elevados para un producto especializado como la cebolla rosa de Bretaña, pero el precio de 1 kg es muy cercano al de una cebolla amarilla. Por tanto, es posible ofrecerla a los consumidores a un precio atractivo, respetando el coste para el productor".
Aunque el consumo alcanza su punto álgido en agosto y septiembre, época de mayor afluencia a las ferias del ajo, "la proximidad de las fiestas navideñas impulsa las ventas. Enero también registra buenas ventas con la vuelta de las famosas sopas de cebolla".
Prince de Bretagne ofrece cebollas rosas en mallas de 500 g, 1 kg y 5 kg. 
¿Y los cortes de electricidad?
Tras el paso de la borrasca Ciarán a principios de noviembre, la cooperativa continúa con sus esfuerzos para volver a poner en pie las estructuras. Si bien los túneles de plástico y los invernaderos multicapilla fueron los más afectados, también hubo una gran preocupación por las instalaciones de almacenamiento. "Hicimos un recorrido por los edificios de la cooperativa y nos pusimos en contacto con los principales productores, y al final no hubo daños", tranquiliza Pierre Gélébart. "Los cortes de electricidad que se produjeron fueron de corta duración y no repercutieron en la mercancía almacenada. La inercia térmica mantuvo las existencias frías y prolongó su conservación".
Créditos de la fotografía: L'Oeil de Paco.
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Pierre Gelebart
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