Los altos precios de las alcachofas que comparten las diferentes subastas de la provincia de Alicante revelan que en estos momentos el género disponible sigue siendo limitado. “Con el calor continuado que ha hecho y la falta de lluvias se ha retrasado bastante la recolección, por eso lo poco que hay vale dinero. De febrero en adelante es cuando vendrá el volumen de golpe, pero hay que pensar que la cosecha debería haber empezado a finales de diciembre, por lo que vamos a comenzar de lleno la campaña con casi dos meses de retraso”, explica Raúl Marín, productor de alcachofas en Almoradí y socio de la cooperativa Grupo de la Vega.
En estos momentos, todo apunta a que la campaña va a ser “corta en kilos y en tiempo”, indica, “porque si el frío no es duradero y aguanta a las plantas, a mediados de febrero o en marzo, con la llegada de la primavera y el aumento del calor, habrá terminado. Es más, a partir de marzo el mercado se dirige a las zonas más frías a proveerse de las producciones de alcachofas de allí, así que todo el producto que no esté cortado en marzo puede tener difícil la comercialización”.
Altos precios en los calibres pequeños
Tomando de referencia los precios compartidos por Agro Verduras 2000, destaca el hecho de que, con más de 2 euros por kilo en la última sesión, los calibres pequeños superan en casi un 40% a los de los calibres de exportación.
Hay que tener en cuenta que los primeros cortes corresponden a las alcachofas superiores, que por lo general son de tamaño grande y es un producto que va a la exportación, pero con el atraso que hay en la recolección, son justamente las alcachofas inferiores en la planta, las de calibres pequeños, las que escasean porque los cortes aún no han descendido, explica Raúl.
“En cuanto a variedades, la alcachofa híbrida Green Queen casi se puede decir que está desplazando a la Blanca de Tudela. Es una variedad que falla menos, tiene una producción más alta pero, sobre todo, es la que están demandando todas las plataformas de supermercados actualmente, por eso se cultiva cada vez más”.
La campaña de la alcachofa transcurre este año marcada por el retraso en la recolección, que hace temer que la producción pueda superponerse con la francesa y la exportación se vea afectada, pero sobre todo ha estado marcada por la sequía. Una situación “asfixiante”, la de la falta de agua, que está presionando a todos los agricultores en Alicante.
“Si no llueve o no nieva, y no hay deshielo que pueda ayudar a que se llenen los pantanos, veremos si esta primavera podremos plantar; aunque primero habrá que ver si podremos salvar la campaña de invierno, que termina en marzo/abril”.
“Entre abril y mayo deberíamos empezar a preparar todo para plantar calabazas y boniato, pero aún hay mucha incertidumbre porque todo dependerá de si hasta entonces ha habido lluvias o no”.
