Es invisible y no se detecta hasta que es demasiado tarde; la podredumbre interna es un problema significativo para los productores de pimiento de campo abierto, ya que permanece invisible hasta que el consumidor corta la hortaliza, lo que genera rechazos por parte de los retailers y una pérdida de confianza del consumidor.
Un proyecto australiano financiado con impuestos, Internal fruit rot of capsicum (VG17012), ha estado investigando el problema desde 2019 y le queda una temporada para concluir. Aunque la investigación ha arrojado luz sobre algunos factores que afectan a la prevalencia de la pudrición interna en los pimientos, la directora del proyecto, Jenny Ekman, de Applied Horticultural Research (AHR), dice que el problema ha sido resistente al tratamiento.
El alcance del problema
La podredumbre interna afecta principalmente a los pimientos cultivados a campo abierto, mientras que los cultivos protegidos escapan de sus garras. Sin embargo, el problema dista mucho de ser insignificante para los productores de campo abierto. La podredumbre interna, o moho interno, permanece oculta dentro de la cavidad de la semilla, haciéndola invisible desde el exterior. Esta amenaza oculta provoca las quejas de los consumidores y el rechazo de los retailers.
Jenny Ekman, de AHR, habla de la investigación en curso sobre la podredumbre interna del pimiento. "Es un problema muy grave. Solo afecta a la cavidad de la semilla que se tira y no a la pulpa, pero el problema es que cuando el consumidor corta el pimiento y encuentra cosas esponjosas en el centro, se queja inmediatamente al retailer al que se lo compró".
Las infecciones internas de moho pueden afectar hasta al 25% de una cosecha de pimiento cultivado en el campo, lo que ocasiona importantes pérdidas económicas.
Cambios
El primer objetivo del proyecto de investigación ha sido desentrañar las causas del moho interno. Los investigadores han identificado al menos tres hongos patógenos, entre ellos las especies Alternaria y Fusarium, que contribuyen al problema.
"Creemos que la infección se produce durante la floración, por lo que prevenirla en los pimientos, cuyo periodo de floración es realmente largo, es un problema", explica Ekman.
La investigación de los mecanismos de infección resultó ser uno de los principales hallazgos del proyecto. Al principio, el viento estaba relacionado con una mayor prevalencia de moho interno. Contrariamente a las suposiciones iniciales, el viento fuerte provocó menos infecciones, y ha demostrado ser el único factor ambiental que tiene un efecto constante.
"Tuvimos una estación muy húmeda, y sin embargo no hubo moho interno, que no es lo que esperábamos en absoluto", expresa Ekman. "Luego tuvimos una estación seca, y tuvimos mucho moho. Así que lo que hemos descubierto recientemente es que parece no importar que las condiciones sean de calor, sequía, frío o humedad: el factor crítico es si hace viento".
El último año del proyecto se centrará en investigar más a fondo el papel del viento en la podredumbre interna, y el proveedor del proyecto, AHR, está considerando la posibilidad de utilizar ventiladores o de seleccionar estratégicamente las ubicaciones de los cultivos para influir en las condiciones del viento.
Detección y tratamiento
La detección del moho interno ha demostrado ser un reto. Algunos productores han utilizado unidades de escaneado de infrarrojo cercano (NIR) para evaluar el interior de la fruta, pero este método no es infalible. La tecnología NIR puede confundir a menudo un trastorno fisiológico llamado "semilla marrón" con moho interno.
"Sin duda, se puede detectar moho interno con una máquina NIR, pero es probable que se deseche muchísimos frutos buenos porque también detectará frutos con semillas marrones", aclara Ekman.
Evidentemente, más vale prevenir que curar, pero ha resultado ser igual de difícil.
El equipo de investigación ha realizado numerosos ensayos con diversos fungicidas y fitosanitarios, como la quitina, el ácido salicílico y el ácido giberélico. Por desgracia, ninguno de estos tratamientos ha mostrado beneficios significativos en el control del moho interno.
"El objetivo de estos productos es activar las propias defensas de la planta para que sea más capaz de resistir al patógeno", explica la experta. "Ninguno de ellos en nuestros ensayos ha mostrado hasta ahora beneficios significativos".
La aplicación de fungicidas para cubrir el prolongado periodo de floración de los pimientos también está resultando difícil.

¿Qué hacer ahora?
El siguiente paso del proyecto consiste en realizar más ensayos de campo, probablemente en Bundaberg y Bowen, donde los investigadores se centrarán en medir la velocidad del viento dentro de los cultivos y su influencia en los índices de moho interno.
"Vamos a intentar hacer un mapeo térmico de un cultivo en el que podamos observar las plantas en el centro del cultivo, las plantas en los bordes exteriores, y luego posiblemente aumentar o disminuir el viento alrededor de esas plantas y ver si eso aumenta el moho interno", continúa Ekman.
El proyecto entra en su temporada final y el equipo está decidido a concluir esta investigación con optimismo y encontrar soluciones prácticas que los productores puedan aplicar para mitigar el impacto del moho interno.
Visita www.ahr.com.au/vg17012-internal-fruit-rot-of-capsicum para escuchar la entrevista con Jenny Ekman.
Fuente: ausveg.com.au