Si levantáramos el techo de todos los invernaderos de Almería se descubriría un auténtico bosque escondido bajo los plásticos que los protegen y que concentran la luz y el calor del sol, que les permiten ser altamente productivos. No en vano, la campaña pasada se cultivaron 48.280 hectáreas –teniendo en cuenta los diferentes ciclos de los cultivos–que produjeron 3,3 millones de toneladas de frutas y hortalizas.
Agricultores como Francisco Rodríguez ayudaron en la década de los 70 a construir lo que es hoy este sector de indudable importancia en Almería, y su hija Victoria ha continuado el proyecto que comenzó Francisco, junto a su esposa Claudia, demostrando que las fresas también pueden tener un lugar en el suelo de la provincia.
"La idea partió de mi marido, Kees Jansen, que en Países Bajos se había dedicado a la producción de tomate, y decidimos comenzar a cultivarlas en el invernadero en el que mi padre empezó aquí en Roquetas de Mar en el año 1977, cuando yo tenía un año", explica Victoria Rodríguez.
"Fue un gran reto comenzar por diferentes motivos, y uno de ellos es que la comercialización y la logística están mucho más desarrolladas para las hortalizas; para fresas no había nada y nosotros tuvimos que empezar desde cero. No obstante, a pesar de un comienzo que no fue fácil, conseguimos sacar el proyecto adelante y en septiembre en Indalfresh cumpliremos 10 años especializados en el cultivo de fresas".
"Las temperaturas en Almería, muy generosas en invierno, y el cultivo en un invernadero cerrado permiten que en la campaña podamos producir fresas de octubre a junio/julio –con algunos altibajos lógicos de la producción en el invierno por la menor luz–. Además, aunque desafortunadamente hace falta agua, la falta de lluvias y la baja humedad hacen que no tengamos grandes problemas de Botrytis", señala. "Al respecto, para ser más eficientes en el consumo de agua, en Indalfresh reutilizamos el agua de riego optimizando su gasto".
"Nuestros clientes, que son lo mejor que tenemos en Indalfresh, son bastante fieles y se decantan por nuestra fresa por ser un producto local y, sobre todo, por su sabor. Nuestra fresa es un producto que se recolecta cada mañana y se envasa en campo, llegando a los clientes con su máxima frescura. De hecho, tanto en el mercado nacional como en las exportaciones que hemos hecho más esporádicamente a París y Holanda, los clientes nos han comentado que se nota la diferencia de sabor con otras fresas y que, cuando pueden elegir, prefieren las de Almería".
Victoria y Kees cultivan diferentes variedades de fresa, desde la fresa roja a través de una variedad no cultivada tradicionalmente en España "con una aroma muy llamativo y un color rojo intenso", a fresa blanca o fresa del bosque. "La fresa de Almería es un producto gourmet en todos los sentidos; no solo para el consumidor, sino también para mí como productora. El coste de producción no es el mismo que el de las hortalizas y, mientras un pimiento lo puedes dejar en la planta si no interesa cosecharlo ese día, la fresa no puede esperar. No obstante, en Indalfresh hemos encontrado un nicho en el mercado que nos ha permitido estar ya todos estos años; y, lo más importante, haciendo un trabajo que nos gusta, siguiendo, aunque de otra manera, los pasos de mi padre".
Para más información:
Indalfresh
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