"El consumo de arándanos en Bélgica ha crecido mucho en los últimos 10 años, pero los productores apenas se han beneficiado de este aumento. El consumidor medio está pagando menos por kilo, pero, por otro lado, los costes de producción han estado aumentando rápidamente". Así lo indicó Miguel Demaeght, de la firma belga BelOrta, durante el Studiedag Kleinfruit (Día de Estudio sobre Frutas Pequeñas), organizado por pcfruit el viernes 1 de marzo en Hasselt.
Esta jornada se dedicó sobre todo a la investigación, pero también a aportar perspectivas comerciales. Miguel explicó: "Por un lado, es muy importante ver cómo se cultiva un producto, pero luego también hay que venderlo. Es ahí donde centro mis esfuerzos todos los días". Luego habló también sobre los cinco principales tipos de frutos rojos: frambuesas, moras, grosellas, grosellas rojas y arándanos. Sobre esta última se aportó una perspectiva comercial que cubría los últimos diez años.
"Tuve en cuenta varios factores: quién es el consumidor, qué compra, cuánto gasta y cuál ha sido la evolución durante los últimos 20 años", continuó Miguel. "Un dato clave aquí es el consumo. Es lo más importante. El consumo ha aumentado o se ha mantenido relativamente estable para casi todos los grupos de productos. Un segundo dato es lo que el consumidor gasta por kilo de producto. En el caso de las fresas, la cifra se mantuvo relativamente estable hasta 2021, cuando aumentó durante el coronavirus y luego cayó al nivel normal. La frambuesa se ha mantenido más o menos igual durante diez años, y las moras están registrando un ligero aumento. Sin embargo, luego hay que mirar lo que cada consumidor gasta de media por kilo de fruta. Los costes de producción han aumentado significativamente, por lo que cabe esperar un aumento de los precios de venta. También influyen otros factores, pero si esto no sucede, se vuelve complicado garantizar la viabilidad de la actividad. Los precios de mercado solo se han mantenido en razonable consonancia con los costes de producción en el caso de las fresas y las moras".
Arándanos, el caso más destacado
"Sin embargo, el de los arándanos fue el caso más destacado. El consumo y la penetración en el mercado han aumentado. Mientras que en 2013, solo el 10 por ciento de la población belga compraba arándanos una vez al año, hoy en día lo hace el 40 por ciento. El gasto en arándanos también ha aumentado, pero el precio por kilo disminuyó entre 2016 y 2021 y no ha vuelto a aumentar significativamente. Con los costes de producción en alza, esto supone un problema. Si el consumidor pagara lo mismo que hace ocho años ya sería difícil trabajar de manera rentable, pero el precio medio que paga el consumidor ha caído de manera notable, lo que ciertamente dificulta obtener un mejor precio para los productores. Se puede tratar de estimular el consumo, pero si se generan menos ingresos, al final la cuerda se rompe".
La razón de esto, según el comerciante, es la presión de la competencia de los productos de importación. "Nos gustaría promocionar el producto local. En Bélgica, queremos seguir apostando por un producto recogido a mano, de alta calidad. Sin embargo, siempre toca lidiar con los precios de las importaciones. Muchos consumidores belgas también prefieren el producto belga, pero notamos que la presión de los precios está haciendo que el producto belga vaya perdiendo terreno. Es una consecuencia de que cada vez sea más difícil lograr el precio correcto para el producto nacional para que este sea rentable y sostenible para nuestros productores. Es algo que no vemos tanto en otros grupos de productos".
No será una temporada como las de otros años
"Con las moras y las frambuesas estamos bastante presentes durante la temporada belga y podemos mantener los precios a niveles correctos", prosiguió Miguel. "Con la mora, vemos que el consumidor lleva unos años gastando un poco más. Esto también lo vemos con las frambuesas".
"Seguimos centrados en esto, y ahora que se acerca la temporada de primavera, mantendremos ahí el foco. Sin embargo, no cabe duda de que la temporada no será como las de años anteriores. Ahora mismo estamos lidiando con muchos asuntos. No solo en Bélgica y los Países Bajos, sino en todo el mundo. ¿Cómo nos está afectando la situación geopolítica? ¿Qué hay del cambio climático y qué implicará la escasez de agua en el sur de Europa para nuestro mercado? Son factores a tener en cuenta, pero que también nos estimulan. Estamos más que dispuestos", asegura Miguel.
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Miguel Demaeght
BelOrta
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