A causa del final adelantado de la temporada de melones de Brasil por las lluvias en el país, el producto costarricense llegó a un mercado favorable en Europa. "En las primeras semanas de la campaña, los precios fueron altos. Ahora la disponibilidad es mayor", cuenta Bertus Schipper, de la empresa holandesa Zoutewelle, quien ha visitado a sus proveedores costarricenses en estas últimas semanas.
"Los precios están alrededor de 1,00 €/kg para las sandías sin semillas y a un nivel de 0,90 € para las sandías Quetzali. El precio de venta de los melones amarillos se sitúa en 12 € y los tamaños pequeños, cuyos volúmenes aún son limitados, alcanzan un nivel de precios de entre 13 € y 14 €. Los melones Cantaloupe se venden a alrededor de 8 €. En general, los precios son buenos, pero ya se está notando que los volúmenes disponibles empiezan a aumentar", observa Bertus.
"La semana que viene esperamos recibir cantidades sustanciales, pero las llegadas de ultramar se reducirán a partir de la semanas 14 y 15. Si bien Costa Rica suele enviar muchos melones en la recta final de la temporada, no se espera un suministro elevado este año. Tampoco esperamos, a diferencia del año pasado, grandes volúmenes de Panamá, así que hay margen para un pequeño aumento del precio de venta a medida que se acerca el final de la temporada".
"Las condiciones meteorológicas en Costa Rica han sido estables esta temporada. Si bien algunos agricultores han tenido problemas con trips, la plaga no ha tenido un impacto en el suministro total. Aunque el efecto del Ramadán en el mercado del melón no se nota, las previsiones meteorológicas para las próximas semanas podrían estimular el consumo de esta fruta de verano, pues con el buen tiempo el consumo de melones siempre aumenta", concluye Bertus.
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Bertus Schipper
Zoutewelle
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