En el Valle de las Caderechas, ubicado en la comarca burgalesa de La Bureba, los productores de cerezas han comenzado la recolección de las variedades más tempranas, una campaña en la que se estima una reducción del 30% en la producción debido a las heladas de abril. La cosecha en estos primeros días se concentra en las zonas bajas del valle, destacando la variedad Burlat, conocida por su sabor intenso. Juan José Gandía, presidente de la asociación de productores, señala que, a pesar de las adversidades meteorológicas, la situación no ha sido tan grave como se temía y se han evitado pérdidas que podrían haber alcanzado el 60%.
Las últimas lluvias han sido manejables, por lo que la integridad de la fruta se ha mantenido intacta. Con la esperanza de que no se presenten más fenómenos adversos, como granizo o excesos de agua, los productores prevén una temporada sin mayores contratiempos, aunque el frío ha ralentizado la maduración de las cerezas. La cosecha se extenderá hasta agosto. Ya la próxima semana se empezará con la cereza de media estación, de variedades como Summit, Sartk Hardy Giant y Sunburst, y para primeros de julio se recolectarán las tradicionales de la región y las Lapins.
Fuente: EFE / lavanguardia.com