Puesto que las ventas de melón y sandía se miden por el termómetro, este año la comercialización queda rezagada en el norte de Europa. "El tiempo es el que determina los volúmenes de ventas y los precios, y con esta primavera fría, húmeda y con mucho viento, nos enfrentamos a un mercado de melón y sandía muy decepcionante. Con temperaturas de 15 a 18 grados, sencillamente el consumo se resiente", afirma Leon van den Hombergh, de la empresa holandesa Frankort&Koning.
"Terminamos la temporada de ultramar hace unas semanas. Los volúmenes procedentes de Almería, como eran relativamente limitados, fueron absorbidos por el mercado, pero para despachar las cantidades suministradas por Italia, Turquía, Grecia y Murcia, necesitamos un mayor nivel de consumo", dice el importador.
"Si bien los retailers europeos habían previsto algunas promociones, me parece que se mostrarán cautelosos a la hora de planificarlas porque el nivel de ventas es decepcionante. Por otro lado, no hay ninguna otra fruta que destaque en estos momentos en el mercado, mientras que ya estamos a mediados de junio. Para la semana que viene se espera una ligera mejoría del tiempo, pero no será ni mucho menos suficiente para lograr un repunte en las ventas", señala Leon.
"Por ahora, por tanto, los precios dejan que desear, tanto en origen como a la salida del almacén. Actualmente, los melones Galia y Cantaloupe se están vendiendo a 5 euros la caja y las sandías alcanzan precios de venta de unos 70 céntimos por kilo. En definitiva, no son precios satisfactorios para nadie en la cadena de valor. Lo único que podría reactivar el mercado es que, a causa del mal tiempo en España, con algunas granizadas puntuales en la Región de Murcia, los volúmenes cosechados y comercializados se redujeran".
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