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Sagar Deore, de Janki Freshyard Private Limited (India)

La campaña de la uva de mesa india ha sido catastrófica

Todo empezó con grandes esperanzas esta temporada: las previsiones para las uvas de mesa indias se mostraban muy halagüeñas en cuanto a disponibilidad, calidad, volumen y niveles de residuos gracias a unas condiciones meteorológicas favorables. "Estas esperanzas duraron poco, ya que la temporada se tornó en una de las más difíciles de la historia de la exportación de uvas indias", afirma Sagar Deore, director de la empresa exportadora Janki Freshyard Private Limited.

Crisis del mar Rojo y retrasos en los envíos
Hubo muchos aspectos que afectaron a la temporada de uvas de este año, pero el más crítico fue la crisis del mar Rojo y, en consecuencia, la prolongación del tiempo de tránsito para que la fruta llegara a los destinos europeos, subraya Deore. "En cuanto empezó a agravarse la crisis del mar Rojo, todas las navieras desviaron sus buques hacia Europa por el cabo de Buena Esperanza. El tiempo de tránsito habitual de 19-22 días por el canal de Suez desde Nhava Sheva (Bombay) a los principales puertos europeos había aumentado a 38 e incluso hasta 60 días. Las compañías navieras comunicaban el tiempo de tránsito de 30-35 días antes del embarque, pero la mayoría de los buques llegaban con retraso, de más de 10 a 25 días. Este aumento del tiempo de tránsito repercutió en las condiciones de la fruta a su llegada. También repercutió negativamente en los programas previstos, las entregas y las ventas".

Repentino aumento de los fletes marítimos
Los exportadores de fruta se vieron sorprendidos cuando, de repente, sus costes de flete aumentaron más del doble, cuando ya se habían comprometido a enviar sus productos al extranjero, afirma Deore. "Cuando comenzó la temporada de la uva en enero, se calculaba que el flete de un contenedor frigorífico con destino a los principales puertos europeos rondaría los 1.400 o 1.800 dólares. Los cargadores y exportadores no tuvieron más remedio que aceptarlo a la fuerza, pues ya tenían programas comprometidos y obligaciones de entrega. Este repentino aumento del 250% del coste del flete ha supuesto una enorme presión para los exportadores".

Aumento de los costes de la fruta
De no ser por los problemas logísticos de este año, esta temporada podría haber sido excelente, afirma Deore. "La fruta era buena en cuanto a tamaño, forma, color, calidad de consumo y volumen. Se preveía que el grueso del volumen estaría disponible en los meses de febrero y marzo, con escasez al final de la temporada. En consecuencia, todos los envasadores se apresuraron a cumplir sus obligaciones de envasado en febrero y principios de marzo. Esto desembocó en una mayor demanda de fruta para el envasado, y cada envasador dio prioridad a empaquetar únicamente a la fruta de mayor calidad, que soportara esos tránsitos más largos. Esto en sí mismo provocó una mayor competencia entre los envasadores a la hora de comprar la fruta de mejor calidad de los viñedos. El aumento constante de la demanda hizo subir los precios de la fruta".

Condiciones desiguales a la llegada
Esta temporada, a pesar de todos los esfuerzos realizados para envasar la fruta de forma que aguantara el mayor tiempo de tránsito, varios envasadores y exportadores indios tuvieron que enfrentarse al problema del estado de la uva a su llegada a destino, señala Deore, "pues ese mayor tiempo de viaje afectó en gran medida a la calidad y la capacidad de conservación de la fruta. La fruta de buena calidad, que cumplía con creces los parámetros exigidos, salía directamente al mercado, pero la fruta afectada debía someterse a controles y volver a envasarse, por lo que los transportistas y exportadores soportaban una carga añadida y se incurría en mayores costes de mano de obra en lugares como Europa. También supuso una importante presión sobre las ventas de las llegadas previstas, y sobre las entregas y beneficios acordados".

Interrupción de la cadena de suministro
Durante esta temporada, como los buques ya circulaban con tiempos de tránsito más largos, se produjeron algunos retrasos adicionales debido a la congestión en los puertos de tránsito, afirma Deore: "Un par de buques sufrieron retrasos de casi una semana, mientras que simultáneamente llegaban dos buques de dos calendarios diferentes en la misma semana que estos buques retrasados. Esta situación creó un gran caos en el mercado. Hubo una semana en la que casi no había fruta disponible en el mercado porque el buque que estaba previsto no llegó a tiempo. A la semana siguiente, llegaron al mercado dos buques juntos con el doble de volumen, lo que afectó a la cadena de suministro y provocó una drástica caída de los precios de mercado".

Un mercado increíblemente errático y unos precios devaluados
"Las navieras no daban garantías sobre el calendario de los buques. Ningún envío llegaba en la fecha prevista. Todas las previsiones y calendarios eran inútiles debido a la imprevisibilidad de la cadena de suministro. La falta de puntualidad en la llegada de los buques, las condiciones de calidad de la fruta a su llegada, la limitada capacidad de almacenamiento de fruta, un número de envíos superior al previsto, las dificultades para obtener los datos de los envíos locales en India, etc.; todos estos factores contribuyeron a un mercado inestable e impredecible, que en última instancia tuvo una gran repercusión sobre los precios de venta", explica Deore.

Las consecuencias de esta catastrófica temporada de uva se dejarán sentir durante un tiempo. "Varios transportistas y exportadores están pasando apuros económicos esta temporada, ya que sus costes ya están predeterminados o pagados antes de enviar la fruta. Debido a todos los problemas mencionados, este año no han podido compensar sus costes. A pesar de sus esfuerzos por elegir la fruta de mayor calidad, envasarla con cuidado, pagar un sobreprecio del 250% por el transporte, cargar la fruta con el mejor proveedor logístico y no dejar piedra sobre piedra, los exportadores se encontraron con elevados rendimientos negativos, enormes responsabilidades y un futuro difícil. Todo ello sin tener culpa alguna y quedando a merced de las navieras", concluye Deore.

Para más información:
Sagar Deore
Janki Freshyard Private Limited
Móvil/WhatsApp: (+91) 913 024 1585
[email protected]
www.jankiglobalexport.com

Fecha de publicación: