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"Los productores están dejando de producir fresas en el Algarve porque no es un cultivo rentable"

La exportación de frutos rojos en Portugal ha crecido rápidamente en los últimos años, aumentando un 26% en el último lustro, desde los 233 millones que se contabilizaron en 2019 a los 294 millones de euros que totalizaron en 2023, de acuerdo con datos de Portugal Fresh del último grupo de contacto de fresa de Francia, Italia, España y Portugal. Y la frambuesa, concentrando el año pasado el 70% del valor de las exportaciones de berries, es actualmente el principal fruto rojo para el país, como confirmaba Carla Monteiro, del Departamento de Agricultura de Madre Fruta, la Organización de Productores de Fresas y Berries del Algarve Portugués, en su reciente participación en el 9.º Congreso Internacional de Frutos Rojos celebrado en Huelva.

"Madre Fruta se fundó en el 1996, hace 28 años, y solo fue en 2007 cuando empezamos a cultivar berries, empezando con las fresas, y un año después con la frambuesa", compartió Carla, quien explicó la visión y los objetivos estratégicos de la organización de productores. "En 2023, nuestros productores asociados cultivaron 166 hectáreas de frutos rojos, de las que 111 fueron de frambuesas, 54 de moras y solo se cultivaron fresas en una hectárea". De hecho, "los productores están dejando de producir fresas en el Algarve porque no es un cultivo rentable".

Los datos de la última campaña de exportación confirman esta tendencia. Mientras las ventas de frambuesa aumentaron un 13%, las de arándanos un 5% y las de moras un 27%, las de fresas decrecieron un 11% respecto a 2022.

"En nuestra zona solo podemos hacer frutos rojos en hidroponía, y la rentabilidad de la fresa en el cultivo hidropónico es menor que en cultivo de suelo", explicó Carla, "por eso poco a poco se van a dejar de ir produciendo".

"Solos vamos más rápido, pero juntos llegamos más lejos"
Portugal posee unas condiciones climáticas muy favorables para el cultivo de berries "que nos permiten obtener frutas de alta calidad todo el año, y la cercanía al mercado europeo hace que podamos ofrecer fruta en un mejor estado de maduración que otros países", comentó Carla; sin embargo, también enfrentan diferentes desafíos que se han intensificado en los últimos años.

En cuanto a las plagas emergentes, "los trips de los cítricos nos están causando grandes problemas en las plantaciones de frambuesa de primavera-verano, y hay un nuevo ácaro que está causando problemas también en mora; aparte de la Drosophila suzukii, que sigue siendo una plaga que nos da muchísimos dolores de cabeza".

"A eso se suma que hay cada vez menos fitosanitarios permitidos. Nos están quitando las herramientas que teníamos para combatir las plagas por productos más amigables con el medio ambiente, pero menos eficientes con los que necesitamos hacer más aplicaciones para combatir las plagas. Por ejemplo, con los productos biológicos tenemos que hacer tratamientos casi semanales para combatir plagas como los ácaros; y sí, son menos tóxicos, pero mucho más caros para el agricultor, y la pregunta es: ¿los clientes están dispuestos a pagar más por la fruta, cuando el productor tiene que pagar más para combatir las plagas? La respuesta, desafortunadamente, es no".

"Con respecto al mercado, las demandas son cada vez mayores. Los compradores exigen cada vez más y nuevas certificaciones, que suponen más costes y más trabajo para los productores, y que las tienen que tener si quieren vender su fruta; pero el cliente tampoco está dispuesto a pagar más por ellas".

Así pues, con adversidades climáticas que aumentan su frecuencia e intensidad, y enfrentando crisis hídricas y restricciones al riego para la producción agrícola, Carla planteó la necesidad de la unión para hacer frente con mayor fuerza todos los desafíos comunes al sector agrícola en general, y de los frutos rojos en particular.

"Para terminar, comparto con vosotros el lema de Madre Fruta, que debería ser el lema de todos los productores de España y Portugal: solos vamos más rápido, pero juntos llegamos más lejos".