Aparte de las cerezas, la temporada de fruta de verano de BelOrta está protagonizada por seis variedades de frutos rojos. Ahora que empieza el otoño, es un buen momento para echar la vista atrás y analizar el impacto de un verano turbulento en las variedades de frutos rojos.
La fresa sigue siendo la estrella de la cooperativa. "Por supuesto, sigue siendo el producto más importante en el sector de los frutos rojos, pero este verano hemos pasado una etapa muy difícil", explica Miguel Demaeght, gerente de la división de fruta en BelOrta. "En cualquier caso, todos los años logramos disponer de un buen suministro. Como productor, hace falta resiliencia, dados los retos a los que nos hemos enfrentado en los últimos años. Y este año no ha sido diferente. Es una pena que las fresas suelan pasar por un periodo muy difícil en cuanto a precios entre finales de julio y principios de agosto. Siempre lo vemos en momentos puntuales, pero este año, en mi opinión, dicho periodo ha durado demasiado".
"Pero eso no lo puedes controlar, ¿verdad?", suspira Miguel. "Sabemos que mucha gente está de vacaciones durante esta época y muchos supermercados nacionales, que organizan promociones con las fresas en mayo/junio/principios de julio, dejan de hacerlo a finales de julio. Si a ello le añadimos una oferta mayor de lo habitual debido a las condiciones meteorológicas, el impacto en los precios puede ser desastroso. Hemos tenido ese problema durante bastante tiempo, pero debo decir que desde hace unas tres semanas hemos vuelto a niveles buenos. De todos modos, desde hace poco ha caído la oferta, por lo que los precios llevan dos semanas a niveles muy altos, lo que podría dificultar mantener a los clientes hasta que vuelva a haber algo de volumen disponible. Así de rápido pueden cambiar las cosas en el mercado de la fresa".
En lo que respecta a la demanda, Miguel también observa un ligero cambio. "La demanda nos llega desde dos frentes. Por un lado, está el mercado nacional. Bélgica sigue siendo nuestro mercado principal y, por tanto, el más importante. Siempre hay ventas, aunque ya se observan cambios en las estanterías de los supermercados. Las fresas van dejando paso poco a poco a los melocotones, las nectarinas y las frutas de pepita más tempranas. Ahora mismo hay menos fresas, pero esperamos que la oferta repunte dentro de una o dos semanas. Luego, de cara al otoño, vemos que hay más producciones holandesas y belgas para exportación, en comparación con lo visto en primavera. En cuanto a los destinos, en BelOrta trabajamos para lograr una buena distribución en unos cuantos países europeos".
Pocos problemas entre el resto de frutos rojos
Pero, ¿qué ocurre con los otros cinco productos? "Hablamos de las frambuesas, las moras, los arándanos, las grosellas rojas y las grosellas espinosas. De hecho, la temporada de las grosellas espinosas terminó a principios de agosto. Se suele decir que es un producto de nicho, pero para nosotros no lo es. En un buen año, cosechamos entre 60 y 70 toneladas que se destinan, sobre todo, al mercado belga, donde nos han dicho que funcionan bien como parte de la gama de frutos rojos. Esta temporada ha vuelto a ser buena, así que para nosotros es un grupo de productos importante".
"Con las grosellas rojas también estamos satisfechos", continúa Miguel. "Este año se ha cosechado algo menos de volumen debido al tiempo que hizo en primavera durante el periodo de cuajado, pero la calidad es de primera. La temporada está siendo buenísima, y vemos una situación similar con los arándanos. Ahora va ya llegando poco a poco a su fin. Aún tenemos a dos productores que nos suministran variedades tardías, aunque ese suministro se detendrá también en una o dos semanas. Es el momento ideal, porque ya están llegando los primeros frutos rojos peruanos por avión. Pronto zarparán también los primeros barcos y para cuando llegue la competencia barata de Perú estaremos ya fuera del mercado".
"La mora es uno de los productos en los que vemos una tendencia relativamente constante en materia de oferta/demanda y precios. Hace unos seis años aún veíamos fuertes fluctuaciones de precios durante la temporada de moras, pero ya no. Esta estabilidad se debe a que las moras funcionan bien en el mercado de exportación, donde sin duda destacamos gracias a la calidad de nuestras moras belgas. Al fin y al cabo, se trata de un producto que muchos consumidores aún no han probado, por lo que el consumo experimenta cierta progresión. Dado que la oferta se mantiene estable, se obtienen unos precios correctos. Con las moras, seguiremos hasta Navidad, más o menos".
Por último, queda hablar de las frambuesas. "Su situación ha sido bastante complicada hasta hace una o dos semanas. Ha habido un volumen muy abundante en el mercado, no solo de producto de Bélgica, sino de todas partes: Países Bajos, Alemania, Francia, Portugal... Un exceso de oferta que ha hecho que los precios caigan en picado. Sin embargo, ahora la situación parece haberse estabilizado y esperamos que siga así durante las próximas seis semanas, para que al menos podamos terminar la temporada con buen pie".
Posición destacada como productores locales: BelOmelon y BelOplum
Así pues, el verano ha sido ajetreado para la cooperativa, que trata siempre de ofrecer la gama completa de frutos rojos. "Como cooperativa local, creemos que es importante ofrecer un producto local atractivo, y no solo las variedades de fruta conocidas, sino también nuevos tipos con los que los clientes puedan diferenciarse. La grosella espinosa, por ejemplo, requiere bastante espacio en las estanterías, así que es normal preguntarse: ¿merece la pena reservar ese espacio? Pero viendo cómo la aprecia el retail y los consumidores belgas, no nos cabe duda de que es un producto importante. Desean poder ofrecer algo especial y delicioso de producción local, así que nosotros le damos un impulso a tales productos".
"Siempre estamos dispuestos a trabajar con productos nuevos", explica Miguel. "Por ejemplo, hace unos cuatro años lanzamos dos proyectos. Por un lado, el proyecto BelOmelon, con el que queremos ofrecer sandías y melones Charentais locales. Los melones importados se recolectan inmaduros, porque, por supuesto, tienen que pasar por largos procesos de envío, pero nosotros podemos cosecharlos cuando están listos para consumir. Esto nos permite competir en materia de sabor con el producto importado y, al mismo tiempo, promocionar la producción local, que se está poniendo de moda. Al final, tampoco vamos a librarnos de los melones españoles o franceses en las estanterías. No pasa como con las fresas, que durante la temporada son 100% belgas. Con los melones, el suministro cumple un papel complementario. Ahora estamos dando pasos en ese sentido y con el tiempo esperamos llegar a una cuota de mercado del 10%. Ese es el objetivo".
Otro ejemplo es el proyecto BelOplum. "Se trata de una historia similar. También iniciamos este proyecto hace unos cuatro años porque la ciruela belga estaba a punto de desaparecer. Los productores locales estaban tirando la toalla porque el retail no quería trabajar con ellos, y el retail decía que no podía trabajar con ellos porque solo disponían de suministro durante quince días. Un círculo vicioso. Así que nos reunimos con productores y clientes y creamos BelOplum, una marca paraguas para las ciruelas. Dentro de este segmento, producimos y comercializamos variedades tempranas, medias y tardías, que en la actualidad somos capaces de suministrar durante unas 7 u 8 semanas. El objetivo es llegar a las 10 semanas. Estos son ejemplos de otros productos con los que tratamos de ofrecer novedades con las que crear valor añadido para nuestros clientes".
Para más información:
Miguel Demaeght
BelOrta
Mechelsesteenweg 120
2860 Sint-Katelijne-Waver (Bélgica)
Tel.: +32(0)12 670 260
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