En el mercado del apionabo se registran buenos precios en estos momentos y hay buenas perspectivas a corto plazo. "Bélgica ya no tiene existencias y en Alemania no queda casi nada, así que Países Bajos parte de una buena posición", afirma Pierre Sweep. El tubérculo es un producto de exportación por excelencia y, según el comerciante de Zevenbergen, cada vez se envía a mercados más lejanos. "Al principio, Alemania era el principal mercado, seguido de Polonia, Rumanía y la República Checa, pero hoy en día exportamos literalmente a toda Europa".
Sustituto de la carne
Los precios en el mercado libre rondan ahora mismo los 65 céntimos por kilo. "Es un precio bastante alto, sobre todo para nuestros clientes de Europa del Este, y eso está generando tensiones", comenta Pierre. "Además, los precios del apionabo ya llevan tres años subiendo, por lo que esto sin duda tendrá consecuencias para la próxima temporada. Por otro lado, es un mercado en alza. Dada su textura firme, el apionabo se utiliza cada vez más como sustituto de la carne. No hablamos de un crecimiento explosivo, sino muy constante".
El propio Sweep —que en años recientes ha invertido en un nuevo almacén donde los tubérculos se conservan a granel a una altura de hasta 7 metros— ha tenido una buena cosecha este año. "Hemos tenido bastante suerte", reconoce Pierre. "En Países Bajos, todos los grandes operadores se centran en cubrir las demandas de segmentos concretos. Nosotros destacamos en el segmento de los tubérculos de tamaños algo más grandes, con los que abastecemos, entre otros, a proveedores alemanes de ingredientes para sopa. Planificamos nuestro calendario de plantación para la segunda quincena de abril, adelantándonos así a muchos otros productores, que empiezan a plantar a partir de mediados de mayo. Eso sí, el año pasado llovió mucho y eso provocó bastantes retrasos".
Además de los apionabos holandeses, Sweep también trabaja durante todo el año con apionabos belgas y alemanes, vendiéndose estos últimos a menudo a nivel regional. "Ahora mismo no disponemos de grandes existencias, pero sí de las suficientes para llegar hasta el final de la temporada. Además, la calidad de este año es extraordinaria. No nos quedaremos sin existencias y se producirá una transición fluida entre el producto de la anterior cosecha y el de la nueva".
Colinabo
Otro producto con el que Sweep ha crecido sustancialmente en los últimos años es el colinabo. "Para nosotros, es la principal novedad. Antes se cultivaban sobre todo en las provincias del norte del país, pero su cultivo se ha extendido. Ahora producimos colinabo en unas 60 hectáreas. Puede parecer un cultivo fácil, pero no lo es en absoluto y hemos necesitado años para dominarlo".
"El año pasado nos quedamos sin colinabos antes de lo previsto y tuvimos que importar de Reino Unido. Este año nos estamos volviendo a quedar cortos, pero seguimos intentando alargar la temporada al máximo. Estamos logrando vender unas 3.000 toneladas de colinabo al año. Quizá no sean cifras impactantes, pero al principio nunca imaginé que llegaríamos tan lejos. Además, es un buen complemento para los planes de cultivo de nuestros agricultores, sobre todo teniendo en cuenta el interés decreciente por la endivia y la remolacha azucarera".
Hans van Kemenade y Pierre Sweep con los tubérculos.
"Diversificamos bastante las ventas. Alrededor de un tercio se destina al mercado fresco y el resto a la industria. Nuestra experiencia previa en la industria nos ha ayudado bastante. Por muy bien que hagas las cosas, como mucho la mitad de los colinabos serán aptos para el mercado fresco. Dado que podemos seleccionar los mejores lotes para el mercado fresco y dedicar el resto a la industria, gozamos de una posición de partida muy ventajosa".
Para más información:
A&P Sweep
De Langeweg 9a
4762 RA Zevenbergen (Países Bajos)
Tel.: +31 (0)6 53 15 53 23
[email protected]
www.sweep.nl
