La alcachofa del Rosellón ha empezado un poco más tarde este año. La cooperativa 100% ecológica La Tour, que las produce desde hace cinco años, hace balance de la temporada de esta hortaliza emblemática de la región, así como de su diversificación hacia los cítricos hace cinco años.
© Coopérative La Tour
"Las alcachofas nos permiten enlazar los productos de invierno con los de verano"
Si la cooperativa La Tour se lanzó hace unos años a la producción de alcachofas (verdes), fue ante todo por su presencia histórica en la región. "La alcachofa siempre se ha cultivado aquí, es un cultivo tradicional", explica Yannick Chevrier, director de la cooperativa, que actualmente cuenta con unas 15 hectáreas cultivadas, pero también por motivos de rotación, obligatoria en agricultura ecológica. Plantada en julio y cosechada en marzo, el cultivo tiene también la ventaja de servir de enlace entre los cultivos de invierno (sobre todo las coles) y las frutas de hueso, producto estrella de la cooperativa.
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Producto emblemático de la región catalana, las superficies de alcachofa ha disminuido sin embargo con los años. ¿El motivo? La desaparición de los pequeños productores, pero también los mayores rendimientos que permiten las nuevas variedades en superficies más pequeñas.
Isabelle Falcou, responsable comercial, explica que la temporada de la alcachofa del Rosellón suele empezar mucho antes que la de Bretaña (entre tres semanas y un mes). Este año es una excepción, ya que los caprichos del tiempo han alterado por completo el calendario. "En general, este año hemos tenido demasiada agua y poca luz, lo que ha retrasado la cosecha, mientras que en Bretaña la situación se ha invertido, con un tiempo cálido y soleado, lo que ha permitido empezar antes". Este solapamiento de las cuencas de producción ha repercutido en el mercado. "Esto está causando problemas en los precios. Empezamos bien la campaña y luego las ventas se vieron favorecidas por las fiestas de Semana Santa, pero la semana pasada los precios empezaron a bajar en Rosellón. Las negociaciones son más tensas en estos momentos, por lo que nos mantenemos alerta, sobre todo porque las principales zonas consumidoras (Bretaña y la región parisina) están de vacaciones", añade Yannick Chevrier. A pesar de todo, la alcachofa de Rosellón sigue teniendo un futuro prometedor: "Las ventas se han estabilizado con el paso de los años y tenemos una buena demanda en general".
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¿Cuál es la situación de la clementina del Rosellón?
© Coopérative La TourFue en 2020 cuando la cooperativa de Rosellón decidió diversificarse hacia los cítricos, en particular las clementinas. En la actualidad, la superficie se ha estabilizado (10 hectáreas), al igual que los productores, que actualmente son 10. Y la dinámica citrícola parece ir viento en popa: "Las primeras cosechas tienen muy buen sabor y las variedades se han adaptado perfectamente a nuestra región", explica Isabelle Falcou. Aunque "todavía hay algunos aspectos agronómicos que no dominamos bien", admite la gerente, los productores pueden contar con el apoyo técnico de Civam Bio 66 (asociación de productores ecológicos de los Pirineos Orientales), que organizó un viaje técnico a Córcega. Sin embargo, el objetivo de duplicar los volúmenes cosechados de aquí a 2029 podría toparse con un factor climático. "Ese sigue siendo el factor limitante. El cambio climático plantea interrogantes y no sabemos muy bien hacia dónde vamos, sobre todo porque la sequía sigue siendo un problema en el departamento".
Para más información:
Coopérative La Tour
Km 1 Route de Thuir
66170 Millas (Pirineos Orientales)
Tel.: 04 68 57 11 11
[email protected]
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