La región de Mequinez, bastión histórico de la viticultura marroquí, está soportando de lleno los riesgos climáticos y comerciales. Achraf Nassar, productor local de uva de mesa, nos informa de la situación.
El productor describe sus operaciones: "Estamos instalados en Mequinez y cultivamos variedades tardías de uva de mesa de origen italiano que importamos de Francia, con una temporada que va de septiembre a diciembre, y tengo que decir que las dos últimas semanas han sido complicadas".
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A pesar de las recientes lluvias, aún se dejan sentir los efectos de siete años consecutivos de sequía. Nassar afirma: "El sector de la uva de mesa depende totalmente del regadío, y la situación es terrible. Hemos perdido hasta el 40% de nuestra capacidad de riego en términos de volumen horario, y, sin embargo, somos de los menos afectados de nuestra región".
El viticultor, que depende enteramente del mercado local para sus productos, lamenta también que el sector sea presa de los intermediarios: "Cada vez estamos más a merced de los intermediarios que controlan la distribución y los precios de los productos frescos", afirma. "La temporada pasada obtuvimos precios irrisorios y fue una temporada catastrófica, sencillamente".
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"La producción mundial de uva de mesa es insuficiente para el consumo, y nuestras uvas pueden apreciarse en otros lugares. En términos de calidad y de operaciones agrícolas, nuestra producción cumple los requisitos de los mercados extranjeros. Aún tenemos que obtener las certificaciones necesarias, pero se puede hacer rápidamente. Veremos qué pasa esta temporada", concluye Nassar.
Para más información:
Achraf Nassar
NSR NLK
Tel.: +212660507077
[email protected]
