La campaña de patata nueva nacional se encuentra a mitad de su camino y viene marcada, como habitualmente, por el agua, pero esta vez por la abundancia de las precipitaciones y no por la sequía, como pasó en 2024. Quedan seis semanas de recolección en las que las producciones de Murcia, Valencia y Sevilla confluyen en el mercado y encuentran rivales de terceros países en los mercados.
Joaquín Córdoba, director de Patatas Córdoba, comenta: "Ahora estamos con Soprano y Colomba, que sirven para todos los usos, y la semana que viene empezamos con Agria, que es la especial para freír, ya hasta concluir sobre el 15 de junio. Estamos recolectando una patata de mucha calidad pero menos kilos debido a las lluvias".
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"Esta temporada viene marcada por las lluvias en Andalucía, con muchas jornadas de cielos nublados y días fríos". Respecto a cómo ha afectado ese tiempo, dice que "la patata es buena, pero se ven calibres pequeños debido a esos frentes".
"Otro de los problemas que han tenido que afrontar los agricultores son los provocados por el mildiu, que prolifera cuando las condiciones son más húmedas de lo normal. Por lo tanto, hay algo menos de cosecha, incluso en algunos sitios de Andalucía la han perdido", lamenta el responsable.
En cuanto a Murcia, Córdoba señala: "Las excesivas lluvias han favorecido la aparición de la Alternaria y, por eso, hay menos volumen de kilos. Tenemos tubérculos más pequeños y recogemos menos kilos por hectárea, pero de buena calidad".
Sería lógico pensar que esta falta de kilos de patata nacional elevara los precios, sin embargo, hay un factor clave que los está arrastrando. Córdoba apunta a "la excesiva presencia de patata de terceros países, principalmente de Egipto e Israel, a partir de abril que es cuando empieza la campaña nacional".
"Nuestro mercado puede absorber la patata francesa porque igualmente Francia absorbe la española, pero dejar que Egipto e Israel desequilibren los precios y el mercado de la Unión Europea es un error", advierte. "Las egipcias son patatas que no parecen nuevas, se recolectaron hace un mes, llegan prácticamente germinando, por eso, las están liquidando a precios bajos, lo que provoca un efecto de arrastre de precios de la nacional".
"Las egipcias e israelíes son patatas que está bien tener desde febrero hasta abril pero ya entrados en mayo, su presencia está haciendo mucho daño. En estas fechas, las egipcias son patatas que no parecen nuevas, se recolectaron hace un mes, llegan prácticamente germinando, por eso, las están liquidando a precios bajos, lo que provoca un efecto de arrastre de precios de la nacional".
"En estos días de mediados de mayo, han empezado ya a encontrarse las patatas nuevas lavadas de producción nacional en algunos supermercados", señala el director.
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