Para la firma belga Tomeco, la nueva temporada de minisandías, conocidas como Tomélons, comenzará dentro de un mes. "Esperamos la primera cosecha en torno a la semana 25 y luego podremos ofrecerlas hasta septiembre. Este año superamos por primera vez las 2 hectáreas de superficie cultivada", nos cuenta Franky Van Looveren, de Tomeco.
"Va todo por buen camino", prosigue. "Plantamos hace unas tres semanas y el crecimiento avanza según lo previsto. Ahora las frutas necesitan otras 4-5 semanas, más o menos, para madurar y producir azúcares, tras lo cual podremos ponernos de nuevo en marcha". Tomélon es un proyecto iniciado por Tomeco y Coöperatie Hoogstraten hace varios años. "Empezamos los ensayos hace cinco años y llevamos a cabo la primera plantación comercial hace cuatro. Desde entonces, hemos logrado un crecimiento constante cada año. Empezamos a nivel local con algunas tiendas y al año siguiente ya dimos el salto al ámbito nacional. Este año nos estamos expandiendo aún más en grandes cadenas de retail belgas".
© Tomeco
La empresa apuesta por un crecimiento sistemático. "Hemos mantenido deliberadamente el crecimiento bajo control. Se trata de un producto nuevo, así que hay que asegurarse de controlar bien todo lo relacionado con el cultivo. En ese sentido, cada año intentamos crecer en función de la demanda, y ahora mismo lo estamos consiguiendo. En los últimos años, la demanda de los consumidores ha ido creciendo cada año. No consideramos el Tomélon un competidor para la oferta de importación, sino un producto con carácter propio. Destaca por su calibre manejable (de 1 a 1,5 kg) y sabor dulce, lo que además permite reducir el desperdicio. Además, en comparación con las sandías extranjeras, logra una demanda más constante. Incluso en una semana con poco sol, la gente tiende a optar más por este tipo de sandía".
Sin embargo, su principal cualidad comercial, según Franky, es su sostenibilidad, "un aspecto que los consumidores también valoran cada vez más". "El Tomélon se cultiva en sustrato orgánico usando mucha menos agua que con otras variedades, dado que esta se reutiliza. Estamos muy comprometidos con ello, y junto al sabor y la facilidad de uso, es algo que motiva a los consumidores a seguir comprándolo. Gracias a esta estrategia hemos logrado un buen crecimiento en los últimos años", añade.

Tomélon de la cosecha de 2024.
¿Será la exportación el siguiente paso? "Bueno, nuestros tomates ya los suministramos a clientes de Países Bajos, Alemania o Francia, además de España e Italia. En estos dos últimos países es difícil competir, pero en Alemania y Francia vemos un gran potencial. Por supuesto, nuestra atención a la sostenibilidad, además de la conveniencia de nuestras sandías, puede ayudarnos a destacar en esos mercados. Por ahora no lo hemos logrado, pero tal y como hemos indicado, queremos crecer paso a paso, de manera sistemática, aprovechando las oportunidades que vayan surgiendo. Hay que gestionar bien los volúmenes. Con el tiempo, desde luego, no descartamos la expansión internacional, aunque por ahora seguimos centrados en Bélgica".
Sin embargo, cinco años después, aún quedan retos por delante. "Creo que el mayor desafío es no perder el rumbo. Los consumidores quieren siempre una sandía con las mismas características, y de nosotros depende garantizar esa consistencia. En ese sentido, estamos en un proceso de aprendizaje continuo. También tenemos que ser capaces de adaptar la producción a las ventas. Por naturaleza, el patrón productivo de las sandías va por olas, así que para nosotros es importante planificar bien el cultivo para poder garantizar un suministro óptimo del producto. Si anticipamos un pico de producción, nos coordinamos con el retail para que organicen una promoción, por ejemplo. Esa planificación es fundamental y cada año la hacemos mejor", concluye Franky.
Para más información:
Franky Van Looveren
Tomeco
Tel.: +32 3 284 16 84
[email protected]
www.feelgoodtomatoes.com