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Misiones recolecta las primeras sandías "baby" de invernadero

El Centro de Producción y Validación de Tecnologías Hortícolas de Misiones ha recolectado la primera cosecha de sandía baby cultivada en sistema protegido y tutorado vertical, una experiencia inédita en la región que combina tecnología de punta, variedades no tradicionales y un modelo intensivo orientado a mejorar la rentabilidad de los productores.

La sandía baby, que tiene un tamaño compacto —entre 1,2 y 3 kilos—, corteza delgada y pulpa dulce con semillas pequeñas, pertenece a la categoría de cultivos de especialidad, lo que le confiere un valor de mercado elevado y sostenido durante todo el año. Esta característica la convierte en un producto especialmente atractivo para el canal de supermercados y el consumo individual.

Mediante un sistema hidropónico en sustrato y cultivo bajo cubierta, el proyecto logró una cosecha en contraestación iniciada el 19 de mayo, período de baja disponibilidad del producto en el mercado. Esta ventaja estacional brinda a los agricultores misioneros una posición más competitiva en la comercialización.

El sistema de tutorado vertical, aplicado en esta experiencia, permitió alcanzar una densidad de plantación de 33.300 plantas por hectárea —1.800 en esta primera prueba—. Este método optimiza el uso del espacio, mejora la aireación de las plantas y disminuye la incidencia de enfermedades al evitar que los frutos entren en contacto con el suelo, lo que se traduce en una mejora significativa en la calidad e inocuidad del producto.

El ciclo de producción, que se completa en 90 a 100 días, se adapta con eficiencia a los sistemas protegidos y permite realizar rotaciones frecuentes que contribuyen a reducir enfermedades y aumentar la diversidad de cultivos en espacios reducidos. Además, el manejo técnico incorporó prácticas sustentables como fertirrigación precisa y el uso de bioinsumos, entre ellos Trichoderma y fertilizantes foliares biológicos, lo que reduce el uso de agroquímicos y favorece una producción más respetuosa con el ambiente.

En esta primera cosecha se obtuvieron alrededor de 200 frutas con un peso individual que oscila entre 1 y 2,5 kilos, y se proyecta superar los 2.500 kilos en total. La producción está destinada a abastecer mercados locales de San Vicente, Dos de Mayo, El Soberbio, San Pedro y Posadas, donde se anticipa una buena recepción debido al atractivo comercial de esta variedad.

La iniciativa demuestra que la incorporación de tecnología y el manejo agronómico adecuado pueden generar nuevas oportunidades económicas para los pequeños y medianos productores de la región, al tiempo que promueven una agricultura más eficiente, rentable y sostenible.

Fuente: revistacodigos.com

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