La granizada de principios de mayo en la Región de Murcia afectó de lleno a la producción de fruta de hueso. En el corazón de la Vega Media del Segura, Yéchar fue una de las zonas más dañadas, donde se ha llegado a perder la totalidad de la cosecha e incluso a arrancar muchos árboles con el tronco podrido.
Los que se han salvado de la granizada están viviendo una campaña de gloria, otros tendrán que volver a plantar los árboles. Jesús García, gerente de Viveros Bombonfruit, señala que tienen "una producción de 500.000 plantas anuales de paraguayo, albaricoque, melocotón y nectarina".
"Los enviamos a toda España e incluso a algunos clientes en Grecia. La fruta de hueso está de moda, aunque la estrella es la platerina, un paraguayo con piel de nectarina, cuya variedad más conocida es la Luisella", apunta.
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Además de vivero, "también tenemos producción, con 1,5 millones de kilos de fruta de hueso anuales y la misma cantidad de cítrico, todo en Yéchar (Murcia), una de las zonas más afectadas por la granizada de principios de mayo", comenta García, y añade que "ahora empieza a haber más fruta, pero esas semanas después de la granizada el albaricoque se ha vendido en el campo a 2,5 € el kilo".
Del albaricoquero, del que se perdió prácticamente todo, García dice que "es un cultivo muy afectado por el cambio climático, por eso se ha arrancado un 40% de lo que había. Es un árbol que necesita horas de frío y reposo invernal; sin eso, no echa fruta y aquí cada vez el invierno es más cálido. El melocotonero, nectarino y paraguayo aguantan bien la falta de frío pero el albaricoquero es más sensible".
Las heladas en Grecia y Turquía más la caída de granizo en Murcia han acabado con muchas plantaciones, y eso ha sido determinante para provocar un alza en los precios. En Yéchar, los daños fueron considerables. "Nosotros hemos perdido todo el cítrico y la fruta de hueso, incluso hemos cortado 30.000 árboles porque la madera estaba podrida. Por el granizo, hay fincas que no darán ningún fruto el año que viene. Al menos, hasta 2027, no seremos capaces de volver a producir fruta de hueso de Yéchar", lamenta García.
Estamos ya enfilando el final de la campaña de fruta de Murcia y el responsable opina que "el invierno ha sido bueno con sus heladas y horas de frío. La caída de las lluvias, en general, ha servido para que ganen calibre".
"Normalmente, notamos mucha presión de la fruta de hueso de Turquía porque, allí, la mano de obra es bastante más barata. Aquí tenemos que cumplir muchos requisitos y pagamos la hora de trabajo a 13 € netos. Aunque nuestro producto se valore mucho, cuando entra la fruta turca hace que se arrastren los precios", reconoce García.
En cuanto a los tratamientos en el campo, explica: "Cada vez tenemos menos defensa a la hora de fumigar, no estamos en igualdad de condiciones con Turquía o Grecia; ellos pueden usar productos que con una sola fumigación eliminan todas las plagas y nosotros tenemos que usar productos muy caros hasta cuatro veces".
García recuerda cuando "antes el patrón se dejaba crecer un año entero y se hacía la injerta en agosto", con lo cual se tardaba dos años en tener un árbol listo para trasplantar. "Ahora el ciclo va de diciembre a diciembre con las injertas en mayo; aunque el árbol sea más pequeño, a final del año ya tiene un metro de altura. Todo se acelera y el invierno es cada vez más cálido. Tenemos que estar preparados para los cambios que vienen".
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