El sector italiano de la calabaza atraviesa un momento de profundos cambios. Lo cuenta Giuseppe Ventura, propietario de la empresa La Zucca Rossa, con sede en el Centro Agro Alimentare di Napoli (CAAN), especializada en la comercialización de calabazas y alcachofas. "Es un momento de reposicionamiento", explica Ventura, "pero también de apostar por la calidad y la diversificación. El mercado está madurando y es cada vez más sensible a la calidad y a la disponibilidad continua del producto".
Uno de los cambios más evidentes se produce en la zona de Scafati, en la provincia de Salerno, bastión histórico de la producción del tipo Lunga di Napoli. Aquí, según Ventura, "quedan cuatro o cinco agricultores", mientras el territorio atraviesa una fase de reorganización. ¿El principal problema? La calidad fluctuante, sobre todo en años difíciles desde el punto de vista meteorológico como el actual.
© La Zucca Rossa
Cultivo de calabaza Lunga di Napoli en Scafati (SA).
Al mismo tiempo, el producto extranjero, en particular el procedente de Marruecos, se está labrando un papel protagonista. "Las calabazas marroquíes son excelentes", reconoce Ventura. "Utilizan semillas italianas, pero el resultado de este año es asombroso: listas para la venta, pasan tres controles aduaneros antes de llegar aquí. Hablamos, por tanto, de un producto supercontrolado y de altísima calidad". Y no solo impresiona Marruecos: la calabaza moscada egipcia también se considera "excepcional".
La creciente demanda interna encuentra así respuestas más que adecuadas en estos mercados extranjeros, sobre todo cuando la producción nacional tiene dificultades para seguir el ritmo. La preferencia por la alta calidad ha llevado este año a La Zucca Rossa a reducir sus compras a Scafati, una elección dictada por las exigencias cada vez más estrictas del mercado.
© La Zucca RossaCalabaza Lunga marroquí a la venta en el mayorista.
Otro rasgo distintivo del momento es la variedad de la oferta y la cobertura ampliada del calendario de producción. "El mercado, ahora más que nunca, exige continuidad y diversificación. De momento contamos con la calabaza Lunga marroquí y la moscada egipcia, que estarán presentes hasta el 20 de julio aproximadamente. La calabaza Lunga di Scafati se espera para el 1 de julio, ya que tardará al menos diez días en madurar completamente. A partir de finales de julio, será el turno de la moscada italiana de Lucania y Apulia".
"La moscada", subraya Ventura, "es la calabaza preferida fuera de Campania, y nos permite cubrir todo el año, complaciendo gustos y necesidades. Regionalmente, en cambio, se consume mucho más la Lunga di Scafati".
© La Zucca RossaCalabaza moscada egipcia a la venta en el mayorista.
Tras una fase de grandes turbulencias debido a la llegada masiva de producto de Egipto, Marruecos y Túnez, que había hecho caer los precios a 0,40-0,50 euros/kg, el mercado ha encontrado un nuevo equilibrio. "Ha habido mucha confusión", reconoce Ventura, "pero ahora las cosas están mejor: las ventas están tranquilas y los precios han vuelto a niveles sostenibles, en torno a 0,70-0,80 euros/kg".
En los momentos de mayor volatilidad, han resistido sobre todo las empresas especializadas. "Las que solo trabajan con calabaza mantuvieron el valor en el mercado. En cambio, los operadores genéricos sufrieron mucho más. Esto demuestra que la especialización y la calidad son ahora indispensables", explica el mayorista, .
"El rumbo está claro", concluye Giuseppe Ventura. "Debemos centrarnos en productos de calidad, garantizados y controlados. Quien se quede quieto, está fuera. Pero quien invierte aún tiene mucho que decir, incluso en Italia".
Para más información:
www.lazuccarossadiventurasrl.it