El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ha empezado a certificar las primeras picotas de la temporada. La campaña de picotas del Jerte 2025 arranca con la previsión de certificar tres millones de kilos, entre las cuatro variedades certificadas: Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón y Pico Colorado.
La picota del Jerte, región del norte de Extremadura, alcanza su grado óptimo de maduración a mediados de junio, casi un mes más tarde que las variedades de cereza más tempranas. Es en este punto, cuando la DOP comienza su certificación.
El Consejo Regulador inició la campaña en mayo con dos variedades de cerezas, Burlat y Navalinda, las más tempranas del valle. También se ha comenzado a certificar otra variedad de cereza, la Van. Y, ahora, es el turno de las picotas del Jerte.
© Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte
El presidente del Consejo Regulador de la DOP Cereza del Jerte, José Antonio Tierno, explica que "la campaña de este año avanza con un ligero retraso, pero con buenas perspectivas, destacando la calidad de las cerezas certificadas hasta la fecha".
"Esperamos alcanzar unos 7 millones de kilos de cereza certificada. La campaña de la picota del Jerte arranca con una previsión de tres millones de kilos, aunque todo depende de que no haya problemas de climatología adversa durante la campaña. Afortunadamente, las amenazas de tormenta de los últimos días no han afectado a la producción del valle", indica Tierno.
Las primeras picotas de la temporada pertenecen a la variedad Ambrunés. "No todas las cerezas son picotas", insiste Tierno. "Esta última es una variedad originaria del Valle del Jerte, que presenta una serie de particularidades que le diferencian de las distintas variedades de cereza y la convierten eb un producto único y un alimento gourmet muy valorado en los círculos gastronómicos".
"La diferencia más visible en las picotas es la ausencia de pedúnculo. Cuando estas alcanzan el grado óptimo de maduración, se desprenden del mismo de forma natural. Así, este queda prendido y el fruto, completamente sellado, se recoge a pie de árbol", explica el presidente del Consejo Regulador.
Sin embargo, esto no es lo único que la diferencia de las variedades de cereza. "La picota es más pequeña en calibre, pero más grande en sabor. Destaca por su dulzor y textura crujiente en boca. Además, tiene una mayor vida útil, ya que puede aguantar hasta dos y tres semanas en la nevera. Todo ello le convierte en un producto muy valorado, que se transforma en seña de identidad del Valle del Jerte", sostiene Tierno.
Para más información:
Consejo Regulador de Denominación de Origen Cerezas del Jerte
cerezadeljerte.org
