La temporada de la cereza va viento en popa para la firma belga Hellingenfort, según cuenta su propietario, Karel Vaes. "Está siendo una temporada muy buena. Hemos tenido mucho sol, así que las cerezas son muy dulces, el rendimiento es bueno y el suelo de Haspengouw resiste bien el calor y la sequía, por lo que esperamos tener una buena temporada", afirma el agricultor. Además, las temperaturas cálidas han estado impulsando el consumo: "Las cerezas son un producto típico de temporada y, con un tiempo como este, se venden que da gusto".
© Hellingenfort
La temporada comenzó para Hellingenfort a mediados de junio y ahora mismo se está comercializando sobre todo la variedad Kordia. "Las variedades más tempranas no nos han acabado de convencer, con alguna excepción, pero la calidad de la Kordia vuelve a ser muy buena esta temporada. En esta época trabajamos con mucha intensidad. Empezamos a las 5 de la mañana todos los días y recibimos los primeros informes de los comerciantes una hora más tarde, pero tratamos de distinguirnos con nuestra rapidez. Queremos una cadena corta, y para nosotros eso significa que las cerezas tienen que estar ya clasificadas una hora después de su recolección. El producto tiene que llegar a la gran distribución dos o tres horas tras su recolección. La cereza debe saber como si acabaras de cogerla del árbol. Eso supone un verdadero reto cada día, sobre todo dadas las franjas horarias de los aeropuertos, la organización, los retrasos... pero si mantenemos la cabeza fría, lo conseguimos cada noche y eso resulta muy satisfactorio".
Por eso, el empresario considera que estos logros en materia de calidad son un avance para el sector premium. "Trabajamos con un proceso estrictamente manual, persiguiendo la máxima calidad al no utilizar máquinas. Para nosotros, esa es la única opción, y vemos que, cada vez más, los comercios y las tiendas especializadas nos dan la razón. Ha sido una batalla de 10 años, pero por fin parece que la estamos ganando. De hecho, el mayor problema del comercio durante mucho tiempo ha sido la falta de visión de los compradores, que protegen su cartera con compras baratas y decisiones que persiguen maximizar los márgenes de beneficio. Creo que tenemos que tratar de mantener relaciones estables basadas en la mutua confianza. Es así como seleccionamos a los clientes. No trabajamos con cualquiera. Tienes que querer comprometerte con la marca".
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Carga aérea
Karel mantiene buenas relaciones con sus clientes holandeses, pero además de su propio mercado nacional, también hay interés en países como Francia. Hay demanda incluso en Emiratos Árabes Unidos. Karel subraya que sus cerezas son un producto de primera calidad cada vez más popular en todo el mundo: "Si puedes vender judías como producto de lujo por vía aérea, con las cerezas también se debería poder. Allí, la gente está bastante dispuesta a pagar un poco más por una cereza de buena calidad".
La sequía y el calor recientes tampoco han supuesto un obstáculo por ahora, prosigue. "La calidad del suelo ayuda y, de hecho, la forma de tratarlo es muy importante. Llevamos a cabo una gestión regenerativa del suelo con procesos microbiológicos y abono orgánico, lo cual da lugar a un suelo más resistente. Además, recientemente nos hemos especializado en una nueva técnica de poda que está funcionando de maravilla. Los árboles están sanísimos".
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Las distintas variedades se van sucediendo
Karel espera que la temporada se desarrolle sin problemas hasta el final: "Si el tiempo se mantiene favorable, deberíamos lograrlo. No obstante, la mayoría de nuestras cerezas están cubiertas, así que estamos protegidos de cualquier imprevisto. La situación en el mercado es buena y las distintas variedades se van sucediendo. La semana que viene será el turno de la Regina, que necesita sol para ser sabrosa, y lo ha tenido. Por tanto, en términos de sabor, la Regina será una digna sucesora de la Kordia esta temporada. Podremos continuar ofreciendo nuestras cerezas hasta mediados de agosto".
Lo que también nota es una nueva dinámica en el panorama frutícola. "Nos hemos liberado de la presión de los productores de frutas de pepita que decidían probar a cultivar cerezas. El cultivo de la cereza es complejo, requiere artesanía y no es algo que se pueda acometer como proyecto secundario. De hecho, esto ha llegado a tener su impacto en la calidad de las cerezas en el mercado en los últimos años, pero ahora vemos que el sabor vuelve a ser un factor decisivo. Esa ha sido la apuesta de nuestra empresa desde hace años y estamos muy satisfechos con ello", concluye Karel.
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Para más información:
Karel Vaes
Hellingenfort
Helshovenstraat 16A
3840 Borgloon (Bélgica)
Tel.: +32 477 50 03 23
[email protected]
www.fruitmethartenziel.be
