La temporada 2024 de cerezas argentinas cerró con resultados favorables. "Fue un año de volumen normal, y como Argentina exporta casi todo por avión para llegar antes que Chile a China, la campaña fue buena para nosotros", afirma Ariel Sabbag, director general de Emelka.
Argentina ocupa una ventana clave en el calendario internacional, que le permite abastecer a mercados como China y Estados Unidos antes de la irrupción de los grandes volúmenes chilenos. "La única salida que tiene Argentina es aérea. Apostamos a una ventana comercial que evita competir directamente con los barcos llenos de cerezas", explica Sabbag. Esta estrategia permite que la empresa se retire del mercado asiático justo cuando llegan los primeros contenedores marítimos chilenos.
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En cuanto a precios, Sabbag señala que "fueron normales, ni muy altos ni muy bajos, pero con un mercado estable". Desde noviembre —inicio de la cosecha en la zona de Emelka—, la exigencia por calidad y calibre es cada vez mayor. "La demanda es excelente, pero también aumenta año a año el nivel de exigencia en tamaño y condición. Apostamos a mejorar calibre y calidad por encima de la cantidad", agrega.
En el plano tecnológico, la firma ha iniciado pruebas con macrotúneles para adelantar la cosecha algunos días, aunque su apuesta sigue siendo por variedades tradicionales. "La Santina nos da excelentes resultados y es bien aceptada en los mercados", sostiene Sabbag.
Para la próxima campaña, Emelka prevé un crecimiento de volumen, con nuevas fincas entrando en producción. "Estimamos entre 550.000 y 600.000 kilos de cereza para esta temporada", adelanta el directivo.
"Aunque la temporada ya concluyó, la empresa se prepara con antelación para su participación en Asia Fruit Logistica en septiembre. Nuestro objetivo es afianzar relaciones comerciales, explorar nuevos mercados en Asia y posicionar nuestra fruta antes del inicio de campaña, aprovechando una ventana comercial estratégica fuera de la competencia directa", explica.
Además de cerezas, Emelka exporta peras y manzanas, rubros donde también se han observado buenos resultados. En peras, la cosecha fue normal y los calibres ayudaron a una mejor comercialización. "Estados Unidos tuvo algo de presión por la llegada simultánea de muchos contenedores, pero la calidad fue buena. En Europa el mercado se comportó de manera estable, y en Brasil, si bien la demanda estuvo algo retraída, el volumen se mantuvo", detalla.
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La variedad Williams sigue siendo la más representativa del país, aunque también destacan Packham's, Abate Fetel y Anjou, cada una con su mercado específico. "Por suerte tenemos peras para todo el mundo", resume el directivo. El 85% de la producción de peras se destina a exportación, y gracias al uso de atmósfera controlada, pueden abastecer supermercados latinoamericanos hasta diciembre.
Con fuertes inversiones en sistemas antigranizo, defensa contra heladas y tecnologías de riego con inteligencia artificial, Emelka apuesta a mantenerse competitivo. "La única forma de atravesar estos ciclos económicos es siendo mejores cada día en lo que hacemos", concluye Sabbag. Para él, los próximos desafíos del sector estarán marcados por los avances en robótica e inteligencia artificial: "No sabemos a dónde nos va a llevar, pero esta evolución ya es irreversible".
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Ariel Sabbag
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