La nueva temporada de peras lleva ya casi dos semanas en marcha en Grecia. Las peras cosechadas hasta ahora son de la variedad Kontoula, destinadas al mercado nacional. "La cosecha es de gran calidad y las peras no tienen manchas. Aunque la cosecha ha disminuido en un 20-30%, las peras Kontoula son bastante grandes para sus estándares", afirma Kostas Chatzis, presidente de la cooperativa agrícola AS Argiropouli. Según él, "los envasadores están pagando a los productores 1,50 euros por kilo de fruta recolectada. Sin embargo, las cooperativas como la nuestra pagan a sus socios 2,00 euros por kg".
© AS Argiropouli
Kontoula es la variedad de pera griega más temprana, conocida por su pequeño tamaño y su forma característica.
Las exportaciones de peras griegas están a punto de empezar. "La temporada de exportación empieza con la variedad Kosia. Hay un descenso de la producción, aunque no significativo para esta variedad. Por el contrario, las peras Santa María, que estarán listas en unos 10-15 días, sufren un importante descenso de producción. Se espera que los rendimientos bajen en torno a un 70%. Parece que todas estas peras empezarán la temporada con precios altos", afirma Chatzis.
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Sin embargo, lo más interesante de la temporada está por llegar, pues está relacionado con la variedad Krystalli, la variedad de pera más importante de Grecia. Como señala el directivo de la cooperativa, "Krystalli llegará a los lineales durante los diez primeros días de agosto y la cosecha se reducirá un 40% o incluso un 50%. Aunque aún falta para que empiece la cosecha, los envasadores ya están recorriendo los campos para asegurarse el suministro y les están ofreciendo a los productores un precio un 30% más alto que la temporada pasada. Se habla de precios en torno a 0,80-1,00 euros por kilo. Si consigues producir 30-40 toneladas por hectárea, son unos buenos ingresos".
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Por último, la comidilla de los cultivadores griegos —y del público griego en general— estas últimas semanas ha sido el enorme escándalo de la distribución de subvenciones ilegales por valor de millones de euros a falsos agricultores. El escándalo implica a numerosos directivos de la organización de subsidios agrícolas (OPEKEPE), a miembros del Parlamento y a dos exministros de Agricultura del partido gobernante.
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El presidente de la cooperativa griega comenta: "Detrás de este escándalo están las políticas de la PAC y el antiguo método de distribuir las subvenciones no en función de la producción de cada agricultor, sino de las tierras declaradas. Esto abría la puerta a falsos agricultores. Por eso recibíamos menos dinero cada año, porque una parte del presupuesto total iba a parar a ellos. Tras una serie de malas campañas, cada euro desperdiciado cuenta. Por lo tanto, exigimos que los fondos para la multa europea no se deduzcan del presupuesto que nos corresponde, sino que se recuperen de todos los implicados en este escándalo".
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Kostas Chatzis
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