El comercio agroalimentario argentino registró esta semana un hecho inédito: la llegada de las primeras peras frescas de origen chino al Mercado Central de Buenos Aires. Se trata de la variedad Crown, cultivada en la provincia de Hebei, una zona reconocida por su tradición frutícola. El envío fue realizado por la empresa Botou Dongfang Fruit Co., Ltd., con un cargamento de 2.597 cajas de 10 kilos cada una, lo que suma un total de 17,5 toneladas y un valor estimado en 183.000 yuanes (unos 25.420 dólares).
El ingreso de esta fruta al mercado argentino marca el primer envío oficial de fruta fresca china al país y representa un hito en la relación comercial entre ambas naciones. En el Mercado Central, cada caja se comercializó a 45.000 pesos, lo que eleva el precio por kilo a aproximadamente 4.500 pesos, una cifra significativamente superior a la cotización de la pera nacional.
China, que lidera la producción global de peras con más de 8 millones de toneladas anuales cultivadas en unas 940.000 hectáreas, ha intensificado sus exportaciones. Solo en el primer trimestre de 2025, la provincia de Hebei exportó 69.000 toneladas de frutas por un valor de 420 millones de yuanes, con un crecimiento interanual cercano al 15% en volumen y valor.
Por su parte, Argentina también exporta peras a China. En lo que va de 2025, las ventas superan las 650 toneladas, por un valor aproximado de 700.000 dólares. Sin embargo, desde el sector frutícola argentino se plantean dudas sobre la simetría en las condiciones de acceso a ambos mercados.
Nicolás Sánchez, presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), señaló que, si bien la apertura comercial es bienvenida, existe una clara asimetría. Afirmó que los productos chinos ingresan al país mediante un sistema ágil, mientras que los productores argentinos deben enfrentar procesos burocráticos extensos para exportar a China.
Gabriel Grisanti, responsable de la exportadora Tres Ases, consideró que la operación puede ser positiva si conlleva una apertura más amplia del mercado chino a productos argentinos. Para ello, insistió en que es necesario garantizar condiciones de reciprocidad.
Desde China, las autoridades destacaron el potencial de América Latina como nuevo destino. El director general de Botou Dongfang Fruit, Guo Yusen, explicó que la región muestra una alta demanda y buena percepción de las frutas chinas. Las aduanas de Shijiazhuang también reforzaron los mecanismos de control para asegurar la calidad del producto y prevenir riesgos fitosanitarios.
Este primer embarque de peras chinas podría ser el inicio de una nueva etapa en las relaciones comerciales entre ambos países. El desafío, según coinciden voces del sector, será avanzar hacia acuerdos que aseguren una competencia equitativa y sostenida.
Fuente: lmneuquen.com