Con la llegada del verano, como es habitual, aumenta la demanda de lima en Europa, cuyas importaciones están siendo más fluidas por lo que respecta a la logística, aunque sus precios se sitúan por debajo de la media para esta época del año.
"Tras un primer semestre con precios por debajo de la media histórica, en las últimas semanas hemos visto una recuperación", explica Abel Morales, del departamento de importación de Cultivar. "No obstante, esta mejora ha sido menor de lo esperado, por lo que, aunque los precios han repuntado, aún están por debajo de los niveles habituales para esta época del año", indica.
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Actualmente, Cultivar está importando sus limas principalmente de Brasil, aunque también trabaja con otros orígenes como México, Perú o Colombia.
"La meteorología sigue siendo un factor determinante en la producción, influyendo tanto en la disponibilidad como en la calidad de la fruta", cuenta Morales. "Aunque no hemos sufrido escasez significativa, sí se han notado en determinados momentos del año los efectos del clima, como sequías o lluvias excesivas, especialmente en la calidad del producto".
De acuerdo con el responsable de importación de la compañía, aunque siguen experimentándose retrasos en algunos buques, "la situación es mucho menos problemática que el año pasado, tanto en número como en duración de los retrasos. Por lo tanto, la logística está siendo más fluida en comparación con ejercicios anteriores".
El año pasado Cultivar importó y comercializó unas 4.500 toneladas de limas. La mayoría de ellas —aproximadamente un 70%— se destinaron al mercado español, mientras que el resto fue exportado a otros países europeos. Para este año se prevé un crecimiento de entre un 20 y 25%.
"Estamos creciendo a buen ritmo en todos los canales de distribución. Esto se debe a un exigente proceso de selección, control y manejo del producto desde origen hasta su llegada al cliente. La calidad de nuestras limas, así como la regularidad y el servicio que ofrecemos, están siendo claves para consolidar ese crecimiento", sostiene.
De acuerdo con Abel Morales, el negocio de la lima está condicionado por múltiples factores difíciles de prever o controlar. "Entre los principales retos destacan la imprevisibilidad climática, las variaciones en la producción en origen y en los volúmenes exportados, los problemas logísticos, los cambios en la demanda y la volatilidad de los precios en el mercado europeo. Nuestro trabajo consiste en interpretar estos factores de la mejor manera posible para anticiparnos y adaptarnos a cada situación", destaca. 
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Abel Morales
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