En la actualidad, frutas y verduras pueden enviarse mediante transporte marítimo porque están preparadas para aguantar en cámara el tiempo suficiente. Sin embargo, hay otras que deben usar el envío aéreo; aunque el coste sea muy elevado, hay consumidores dispuestos a pagar un alto precio por la calidad. Es el caso de la fruta de hueso.
"Ahora, es lo que más enviamos pues en nuestros destinos no se cultiva. La fama del producto de España es sobre todo la calidad. Turquía también produce igual que Líbano, pero se valora más la española. El alto coste del transporte no es un obstáculo para la demanda. La fama de la fruta de hueso de España está por encima del precio del envío aéreo", explica Bernar Martínez, CEO de Bernar Foods, una empresa comercializadora especializada en el envío aéreo de grupaje y picking de frutas y verduras a los supermercados de Oriente Medio y el sudeste asiático, que llega a trabajar unos 250.000 kg anuales.
© Bernar Foods
Tras las tormentas de granizo de primavera en las zonas productoras, como Murcia o Lérida, "sobre todo hemos notado un aumento de los precios y que la campaña ha sido más corta en algunas frutas, como la cereza, que ya cuesta encontrarla cuando otros años ha sido más duradera".
Las frutas duraderas, "como puede ser la pera, la ciruela o el aguacate, no se envían normalmente por aéreo, igual que la manzana, porque por barco aguantan muy bien, pero la fruta de hueso tiene que ser por avión".
Otras frutas nacionales apreciadas al otro lado del mundo son la sandía y el melón, sin embargo, según Martínez "se envían menos porque hay más países productores como Marruecos, pero cuando quieren una sandía de calidad compran la española".
"Ya estamos haciendo envíos de la granada de Elche (Alicante), y los higos son otro producto que demandan conocido por su dulzor. Según la estación, vamos mandando lo que hay de temporada, aunque siendo una empresa de Valencia, somos muy fuertes en kaki y naranja, pero aprecian nuestros productos todo el año, como la lechuga Iceberg y Romana o Lollo Roso, etcétera".
De hecho, en los supermercados, "se puede encontrar fruta de muchos países cercanos y, separadamente, en otro lineal, la fruta europea, como producto de especialidad".
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"Después del covid no se han regulado los precios"
Una presión que se sigue notando es que "en la época del covid las tarifas aéreas aumentaron muchísimo, igual que el carburante; fue algo muy abrupto y lo que vemos es que después del covid no se han regulado los precios. Está claro que los vaivenes de los aranceles de EE. UU. no ayudan, pero por ahora no notamos influencia en este aspecto".
La subida de aranceles de EE. UU. podría redirigir la fruta de Latinoamérica o Asia hacia Europa. "Creo que eso provocará una bajada de precios, pero los productos de calidad se valoran por otras razones", opina Martínez.
En cuanto a gustos, la preferencia son las frutas sin semilla. "La uva de mesa es otro fuerte del verano. Todo lo que mandamos es sin semilla, incluso las naranjas y las mandarinas. Otra cosa que llama la atención es que tanto el sudeste asiático como los países árabes donde trabajamos quieren frutas los más dulces posible".
La tendencia europea de preferencia por la nectarina frente al melocotón "no se nota en nuestro sector. Enviamos melocotón, nectarina o paraguayo en las mismas cantidades. Es cierto que mucha gente prefiere la nectarina porque no necesita pelarse, pero en nuestros clientes esa tendencia no se da".
En cuanto a verduras, "el tomate que más nos demandan es tipo Cherry y, además, de colores, como amarillo, o con forma de pera. Son tomates que entran por los ojos más que por el gusto, como caprichos de verduras, y envasados en cajas premium con un diseño muy cuidado. Para enviar en aéreo fruta o verdura al otro lado del mundo se tiene que mandar algo especial. Para los productos habituales, ya están los países cercanos", finaliza el responsable.
Para más información:
Bernar Martínez
CEO
Bernar Foods
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