La Asociación Nacional Interprofesional del Ajo (ANIAIL) de Francia ha publicado sus primeras previsiones para la cosecha de ajo francés. Frente a la competencia internacional, continúa sus esfuerzos para valorizar el sector, haciendo hincapié en la calidad, la diversidad y el compromiso colectivo.
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Una cosecha globalmente "positiva"
La nueva campaña del ajo se inició a mediados de mayo con la cosecha del ajo nuevo. "En general, la cosecha se presenta positiva", según ANIAIL. "La cosecha de ajo blanco ha finalizado. Las condiciones de conservación son buenas y los calibres son en su mayoría de medianos a grandes. En cuanto al ajo rosa, los volúmenes han bajado, como consecuencia directa de varias tormentas y granizadas, pero la calidad parece haberse mantenido a pesar de estos factores meteorológicos. En cuanto al ajo violeta, las condiciones generales son satisfactorias, hay disponibilidad de calibres y la coloración es buena, aunque algo menos marcada que el año pasado". A finales de julio se publicará un informe más completo.
3.500 hectáreas, 600 de ellas de agricultura ecológica
"Con más de 3.500 hectáreas plantadas de ajo para consumo, de las que casi 600 hectáreas son de agricultura ecológica, y alrededor de 600 hectáreas dedicadas a la semilla, el sector cuenta con cerca de 3.000 productores en toda Francia, con una fuerte concentración en la región de Occitania, que representa por sí sola el 60% de las superficies plantadas. Los departamentos de Gers, Tarn, Tarn y Garona y Drôme figuran entre los más dinámicos, siendo este último también un bastión de la producción de semillas de ajo".
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Modelo francés para defenderse de la competencia 
© ANIAIL"Con una tasa de autoabastecimiento del 42%, el sector francés sigue sometido a una fuerte competencia extranjera, sobre todo de España y China. Sin embargo, los signos son alentadores: en 2023, las importaciones disminuyeron un 12%, mientras que las exportaciones de ajo francés aumentaron un 4%, impulsadas por la imagen de calidad del producto francés en Europa". Por ello, el sector se apoya en la marca colectiva Mon Ail Français, respaldada por ANIAIL, para promover el origen y los compromisos de los productores ante los consumidores, los distribuidores y los profesionales de la restauración. "Con esta iniciativa, el sector hace valer un modelo basado en la sostenibilidad, la transparencia y la transmisión".
Dos nuevas IGP en proyecto
"La singularidad del territorio se refleja en los sellos oficiales de calidad que promocionan las distintas variedades", explica ANIAIL. Hasta la fecha, el sector cuenta ya con 6 etiquetas de calidad en su haber: Label Rouge para el ajo rosa de Lautrec; IGP para el ajo blanco de Lomagne, el ajo blanco de Drôme, el ajo ahumado de Arleux y el ajo rosa de Lautrec; AOP para el ajo morado de Cadours; y dos nuevas IGP están siendo estudiadas por INAO: el ajo rosa de Billom (Auvernia) y el ajo de Piolenc (Vaucluse).
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