La temporada de ciruelas Mirabelle de Lorena está en pleno apogeo. Ya a finales de julio se recogieron los primeros frutos en excelentes condiciones. "El tiempo ha sido favorable al desarrollo de la fruta, con alternancia de períodos de sol y lluvia, y pronto tuvimos confianza en la calidad de la cosecha", explica Quentin Hoffmann, presidente de la asociación Mirabelles de Lorraine.
© Association des Mirabelles de Lorraine
Este año se espera una buena cosecha, de 5.500 toneladas. "Los volúmenes son más o menos los mismos que la temporada pasada, pero mucho mejor repartidos por toda Lorena. El año pasado, las precipitaciones variaron de una zona a otra, lo que afectó a la floración en algunos lugares. Este año, la floración ha ido bien en toda la región, y los campos no han sufrido después. Así que se perfila como un buen año". En cuanto al comercio, un gran tercio de los volúmenes sigue reservado al consumo en mesa. "El resto se destina a la transformación, con un apetito creciente por las bebidas no alcohólicas".
© Association des Mirabelles de Lorraine
El sector sigue siendo dinámico y se encuentra todavía en fase de desarrollo, con un aumento de las superficies. "El gran desafío de nuestro sector va a ser seguir manteniendo nuestra flexibilidad y nuestra capacidad de adaptación para vender fruta tanto para el mercado de productos frescos como para la industria de la transformación. Para hacer frente a este reto, tenemos que ser capaces de controlar y centralizar toda la información relativa a la producción, gestionar estos datos y cruzarlos para poder anticipar de la mejor manera posible el impacto que tendrán las enfermedades y las nuevas plagas en los campos. En mi opinión, este es el mayor desafío al que se enfrenta hoy la ciruela Mirabelle de Lorena".
Para más información:
Quentin Hoffmann
Association Mirabelles de Lorraine