El arándano se ha convertido en uno de los productos agrícolas de mayor crecimiento a nivel mundial. Chile fue el primer referente en abrir mercados internacionales, pero Perú ha tomado el liderazgo como principal exportador global gracias a la innovación tecnológica, la rápida expansión de áreas de cultivo y un proceso intenso de reconversión varietal.
En la actualidad, la campaña peruana supera ampliamente en valor y volumen a la de Chile, llegando en algunos años a triplicar sus envíos. El comercio mundial de arándanos ya bordea los 7.000 millones de dólares, aunque los principales destinos —Estados Unidos, Europa y Canadá— muestran un crecimiento más moderado, lo que impulsa la búsqueda de nuevos mercados. Asia, y especialmente China, se perfilan como claves para sostener la expansión. Proyecciones internacionales estiman que, hacia 2030, las exportaciones globales podrían alcanzar entre 10.000 y 11.000 millones de dólares, siempre que la oferta se diversifique y se adapte a mayores exigencias de calidad y frescura.
En las dos últimas campañas, el arándano peruano ha experimentado un incremento sostenido en superficie y volúmenes. El país suma unas 3.000 hectáreas nuevas por año, alcanzando unas 25.000 en producción. Además, la reconversión varietal ha pasado de dos variedades dominantes a más de nueve que concentran el 80% de los envíos, lo que ha permitido mejorar la calidad, la resistencia y ampliar el calendario de cosecha.
La actual campaña comenzó en mayo con exportaciones de 25.000 toneladas en las primeras semanas, generando ingresos cercanos a 137 millones de dólares en todas sus presentaciones. Las proyecciones apuntan a un crecimiento del 25% en volumen para el cierre, con más de 400.000 toneladas exportadas.
Sin embargo, este aumento de la oferta está ejerciendo presión sobre los precios internacionales. El precio promedio se sitúa en torno a 5,60 dólares por kilo, un 35% menos que en campañas anteriores. Así, aunque el volumen crecería con fuerza, el incremento en valor sería de apenas entre un 8% y un 13%.
Este escenario confirma que el aumento de volumen por sí solo ya no garantiza mayores ingresos y que el sector entra en una fase más competitiva, donde la eficiencia y la diferenciación serán esenciales para sostener márgenes. La tendencia también afecta a otros productos clave de la agroexportación peruana, como la palta, que atraviesa un ciclo similar de crecimiento en volumen con caída de precios.
Fuente: freshfruit.pe
