En los primeros siete meses de 2025, Brasil importó poco más de 106.100 toneladas de peras, un aumento interanual del 5% y un 23% por encima del promedio del mismo período 2020-2024. La tendencia ascendente comenzó en 2021, cuando se registró un mínimo de 75.500 toneladas, y este año alcanza el mayor volumen de la década.
Argentina lidera el suministro con el 89% de las compras brasileñas, seguida por Chile y Portugal, que junto a Argentina concentran el 99% de las importaciones. El posicionamiento argentino combina calidad, competitividad y proximidad logística.
En julio, las importaciones de peras sumaron 13.600 toneladas, un 12% menos que en igual mes de 2024, aunque todavía un 28% por encima del promedio histórico para ese mes.
Entre enero y julio, Brasil importó 100.400 toneladas de manzanas, un 15% menos que en 2024 pero un 67% por encima del promedio 2020-2024. Chile, Argentina e Italia abastecen el 89% de la demanda externa; Chile lidera con más de la mitad del total.
Argentina mejoró sus envíos un 12% interanual, de 17.000 a 19.000 toneladas, gracias a la cobertura de ventanas comerciales específicas. En julio, las compras brasileñas de manzanas cayeron un 18% interanual, aunque el acumulado se mantiene alto frente a la media histórica.
La menor importación se explica en parte por una cosecha local algo mayor en volumen y calidad, que cubrió parte de la demanda interna.
Tres elementos permiten prever que la importación de frutas seguirá firme en lo que resta de 2025:
- Crecimiento económico: proyecciones entre 1,9% y 2,5%, con expansión moderada pero positiva.
- Inflación: estimada en torno al 5%, lo que mantiene relativamente estable el poder adquisitivo.
- Tipo de cambio: el real se apreció en el último mes y acumula un alza del 1,39% en 12 meses, tras el pico histórico de diciembre de 2024.
Perspectivas y desafíos para Argentina
En peras, el liderazgo argentino es sólido: nueve de cada diez kilos importados por Brasil son nacionales. En manzanas, aunque la competencia con Chile es intensa, Argentina ha ganado terreno.
El reto será mantener calidad y competitividad frente al aumento de costos logísticos, la volatilidad cambiaria y la presión de otros orígenes. No obstante, la fidelidad del consumidor brasileño, el contexto económico relativamente favorable y la ventaja geográfica ofrecen un escenario prometedor.
Si la tendencia se mantiene, 2025 podría cerrar como uno de los mejores años de la década para la exportación de peras argentinas a Brasil, con un balance positivo también para las manzanas.
Fuente: lmneuquen.com