Aunque Francia se encuentra en plena producción de frambuesas, las ventas no siempre están a la altura de las expectativas de los productores. La razón es la atonía del mercado, afectada por las vacaciones de verano. "Las frambuesas no son un caso especial, ya que muchas otras frutas y verduras se ven afectadas actualmente por esta falta de dinamismo a nivel comercial. Es bien sabido que en la región el comercio siempre está tranquilo en agosto y que la oferta de frutas y verduras suele ser abundante, pero este delicado período solía ir del 14 de julio al 15 de agosto, mientras que hoy empieza a finales de junio y termina el 15 de septiembre", informa Olivier Thomas, gerente de Ferme du Pont d'Achelles, en la región de Norte-Paso de Calais.
© Ferme du Pont d'Achelles
Precios poco rentables
Ante este descenso de la comercialización, Olivier Thomas ha adaptado su producción: "Empezamos la temporada hacia el 20 de mayo y terminamos hacia el 10 de octubre. Hemos adaptado nuestro negocio de frambuesas a la realidad del mercado, con un pico de producción entre mayo y junio, gracias a técnicas que nos permiten regular la cosecha. En cuanto a los precios, actualmente apenas son rentables debido a esta atonía de la demanda y a unos volúmenes de cosecha que se intensifican con el calor actual".
Demasiada competencia
En el mercado francés, donde la producción nacional es muy deficitaria y las frambuesas se importan principalmente del extranjero, los obstáculos al desarrollo de la producción son claramente comerciales: "En Francia, tenemos la suerte de poder producir de todo, tanto en el norte como en el sur, pero el problema es que no tenemos la misma legislación que nuestros vecinos europeos, lo que nos hace mucho menos competitivos. Tampoco nos ayuda la guerra de precios que libra la gran distribución para satisfacer a los consumidores que buscan productos económicos. Una frambuesa marroquí o española es mucho más barata que una francesa, pero esta última se ve lastrada por unos costes de mano de obra mucho más elevados".
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Garantía de sabor
Sin embargo, a pesar de los costes más elevados, las frambuesas francesas presentan una serie de ventajas frente a sus competidoras: "Trabajamos con variedades antiguas, mucho más sabrosas que las importadas. Como se recogen cuando están maduras, hay que consumirlas rápidamente y son difíciles de exportar, pero ofrecen un sabor destacable y realmente interesante. Consumir frambuesas francesas es también contribuir al sustento de las zonas rurales, que sigue dependiendo mucho de la agricultura".
Para más información:
Olivier Thomas y Françoise Thomas
La Ferme du Pont d'Achelles
Tel.: 03 20 48 60 43
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