La pitahaya amarilla de Ecuador sigue ganando terreno en los mercados internacionales, con una fuerte presencia en Asia y Europa. Sin embargo, el sector enfrenta retos relacionados con factores climáticos, altos costos logísticos y mayores exigencias en certificaciones. Al mismo tiempo, el reciente tratado comercial con Corea abre una nueva ventana de oportunidades para los exportadores ecuatorianos.
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Desde 2017, Ecuafields produce pitahaya amarilla en la zona de Palora, reconocida como la principal región de cultivo de esta fruta en el país. Gracias a la implementación de tecnología, la empresa logra mantener producción durante todo el año y atender la demanda en fechas importantes, como Navidad en Europa y el Año Nuevo chino.
"La pitahaya amarilla de Palora es única por su tamaño, dulzura y propiedades digestivas, y eso nos ha abierto las puertas de mercados exigentes como China", explica Gabriela Vallejo, directora de ventas de Ecuafields. Asia es hoy uno de los destinos estratégicos de la fruta ecuatoriana, y la apertura del mercado surcoreano genera expectativas. "Si bien China también produce pitahaya amarilla, la calidad y características de la fruta de Palora no tiene competencia", añade.
© Ecuafields Los envíos no se concentran únicamente en Asia. Europa, Estados Unidos y Canadá también representan mercados importantes, con una creciente demanda de productos exóticos. "En Europa hay cada vez más variedad. España, por ejemplo, está muy interesada en frutas como la granadilla, la gulupa o el pepino dulce. Hace unos años no veíamos tanto dinamismo en este segmento", comenta Vallejo.
"El año 2025 ha traído retos importantes. Entre abril y mayo, las lluvias intensas en la Amazonía provocaron una reducción notable en la oferta justo cuando la demanda se mantenía alta. Para responder a estas fluctuaciones, Ecuafields ha incorporado nuevas técnicas de planificación. Nuestro enfoque es poder ofrecer fruta todo el año, incluso en épocas donde naturalmente habría poca oferta", afirma.
"En cuanto a precios, la caja de pitahaya amarilla de 2,5 kilos se comercializa actualmente entre 12 y 13 dólares, aunque la mitad de este valor corresponde al flete aéreo. Es un producto con un precio muy volátil", detalla Vallejo. Para Estados Unidos, se prioriza el transporte marítimo, mientras que en Canadá la logística enfrenta retos adicionales debido a la dependencia de una sola aerolínea, actualmente afectada por problemas operativos.
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Al futuro, el mercado europeo exigirá mayor trazabilidad, certificaciones y producción orgánica. "Los supermercados demandan frutas con respaldo social y ambiental. Esto implica ajustar procesos y asumir mayores costos", subraya Vallejo.
Como parte de su estrategia internacional, Ecuafields participará en Asia Fruit Logistica del 3 al 5 de septiembre, en el stand 3F21, y en Fruit Attraction en Madrid, ferias clave para analizar tendencias y fortalecer relaciones comerciales.
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Gabriela Vallejo
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