La campaña del melocotón en el territorio avanza con previsiones de producción estables, pero marcada por un escenario de precios por debajo de los costes de cultivo. Según la organización agraria UAGA, la competencia de frutas como la sandía y el melón, con precios más atractivos en los lineales, está restando ventas al melocotón amarillo, lo que está generando pérdidas a los productores.
La organización pide al Ministerio de Agricultura que garantice precios dignos en origen y que se refuercen los mecanismos de control frente a las prácticas comerciales de las grandes cadenas de distribución, a las que responsabilizan de usar la fruta como producto reclamo en verano.
Aunque en general el tiempo está acompañando, la campaña no está exenta de incidencias. En Calanda, una tormenta con rachas de viento de hasta 93 km/h dejó ramas dañadas pero no afectó al fruto, según la cooperativa La Calandina.
La situación ha sido distinta en otros municipios, como Puigmoreno o Valmuel, donde el granizo de julio arrasó hasta el 90% de la cosecha, o en el Bajo Aragón-Caspe, donde las heladas tardías redujeron las cantidades disponibles. Aun así, las previsiones globales de campaña se mantienen "dentro de lo normal".
El coste de producción de un kilo de melocotón se sitúa entre 0,44 y 0,52 euros, según un estudio del Departament d'Alimentació de la Generalitat de Catalunya. Sin embargo, los precios actuales de liquidación rondan los 35-40 céntimos por kilo, lo que coloca a muchos agricultores en una situación insostenible.
"Las salidas son lentas y no es solo una cuestión de precio: es que no hay venta", lamenta Armando Altadil, responsable de fruta de UAGA en el Bajo Aragón-Caspe.
Los productores confían en que el melocotón con denominación de origen protegida (DOP) ayude a mejorar las cifras de venta y estabilizar los precios. En La Calandina esperan recolectar unos 7 millones de kilos, de los que 4 millones contarán con el sello DO.
El presidente de la DO, Samuel Sancho, calcula una producción total de entre 4 y 5 millones de kilos y advierte que el resultado final dependerá del consumo. "El sello da renombre y protege al producto, pero si el consumo no repunta, la campaña seguirá condicionada por los precios bajos", afirma.
Fuente: lacomarca.net