La empresa ecológica De Terp Squashpackers de Erichem (Países Bajos), se encuentra inmersa en la cosecha de calabaza. "Estamos muy ocupados con la recolección. Empezamos a mediados de agosto y continuaremos durante una o dos semanas más", afirma Rinke Robbers. "Hemos tenido una buena temporada de crecimiento, con unos rendimientos excelentes y buena calidad. La cosecha es hasta un 20% mayor que otros años".
© De Terp Squashpackers
"Sin embargo, en lo que respecta a la temporada de cultivo, no cabe duda de que ha sido un año marcado por el impacto de los virus. Vemos que sobre todo ciertas variedades más débiles son más propensas a sufrirlos. Nosotros solo vendemos variedades de primera calidad. El reto para nosotros es saber transmitir esto a nuestros compradores, por ejemplo, enviando informes semanales haciendo hincapié en la calidad. Por desgracia, vemos que los compradores a menudo no muestran interés en aspectos como el sabor o el contenido de almidón. En Alemania, a veces puedes llegar a ver calabazas medio verdes e infectadas por virus en los lineales. Es algo que no debería ocurrir".
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En este momento, las ventas de la nueva cosecha siguen siendo bastante modestas. "Las ventas suelen despegar a partir de octubre o noviembre; el pico de ventas se produce tradicionalmente en otoño e invierno", afirma el productor. "Alrededor del 95% de nuestras ventas son de calabaza naranja", pero De Terp Squashpackers también cultiva variedades especiales, como la calabaza espagueti, la Crown Prince o la calabaza verde. Eso sí, "De Terp sigue invirtiendo muchos recursos en la calabaza naranja", indica.
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Hace varios años, la productora empezó a suministrar durante todo el año calabaza roja Hokkaido semiprocesada, tanto medias calabazas como cortada en cubos de 10 o 20 mm en sus propias instalaciones.
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Esta semana se ha logrado un hito con el primer gran pedido de cubos de calabaza a una importante cadena de retail austriaca. "En los últimos años, hemos estado suministrando sobre todo productos semiprocesados. Estoy muy orgulloso de que ahora hayamos encontrado un cliente final para nuestro producto, elaborado con calabazas de la mejor calidad, cortadas en origen. Se trata de una nueva línea de negocio para nosotros y ha sido todo un reto generar volumen de negocio para nuestros productos cortados", explica Rinke.
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Optimizar la cosecha también ha sido complicado. "Desde hace dos años, la cosecha está casi del todo automatizada. Apenas tenemos ya personal en el campo, aparte de los conductores de los tractores y operarios de las máquinas", afirma Rinke. "Es una bendición, porque cada vez hay menos personal dispuesto a trabajar en el campo, y seguimos manejando unas 6.000 toneladas de calabazas en cuatro semanas".
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En general, Rinke asegura que el mercado de la calabaza es muy estable. "Trabajamos con un producto de nicho. En términos generales, los precios oscilan muy poco. En comparación con otros productos hortofrutícolas frescos, la oferta y la demanda no afectan tan rápidamente a los precios. Las exportaciones se dirigen sobre todo al mercado alemán. Las calabazas siguen consumiéndose relativamente poco en comparación con otras hortalizas, aunque esto implica que hay un gran potencial de crecimiento para el consumo de calabaza en Europa".
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Para más información:
Rinke Robbers
De Terp Squashpackers
Lutterveld 2ª
4117 GV Erichem (Países Bajos)
Tel.: +31 (0)6 22324470
[email protected]
www.deterppompoenen.nl
