Sun World International recibió a más de 300 licenciatarios, comercializadores, retailers y socios de todo el mundo en su Centro de Innovación en Wasco, California, con motivo de su Field Day de agosto.
En esta jornada, los socios pudieron conocer de primera mano los últimos avances de la empresa y se puso de relieve un cambio que está reconfigurando la categoría. Los consumidores esperan ahora uvas más grandes, una textura crujiente y sabores en capas —desde moscatel hasta melocotón, rosa y cítricos—, y Autumncrisp® sigue afianzando esta demanda. Uno de los aspectos más destacados fue el programa de la empresa para el final de la temporada, del cual los asistentes pudieron probar nuevas selecciones que destacan por su durabilidad, su textura crujiente y su mayor vida útil, diseñadas para rendir de forma constante incluso bajo la presión climática del final de la campaña.
Para los productores, la prioridad es el rendimiento. Las variedades no solo deben ser atractivas para los consumidores, sino que también deben dar resultados en el viñedo. La empresa destacó cómo sus últimos avances en mejora genética están diseñados para reducir los insumos, los costes de producción y las aplicaciones de pesticidas, así como para adaptarse a condiciones meteorológicas impredecibles. Estas eficiencias liberan mano de obra, mejoran la sostenibilidad del viñedo y generan rendimientos más fiables.
© Sun World LLC
"Cuando nuestros socios de todo el mundo están en el viñedo, probando nuevas selecciones y hablando sobre los retos climáticos, no solo están viendo lo que vendrá la próxima temporada, están viendo lo que vendrá en la próxima década", dijo Bernardo Calvo, presidente y CEO de Sun World International. "Los consumidores están subiendo el listón, y es nuestra responsabilidad anticiparnos, innovar y proponer, no solo reaccionar".
En el acto también se puso de relieve que la empresa está recurriendo a la IA y al análisis genético para acelerar el proceso de una década que va de la semilla al estante. Los indicadores de ADN guían ahora a los seleccionadores hacia las características deseadas —tamaño de las bayas, resistencia de la vid, comportamiento poscosecha— con mayor precisión, acortando los plazos y mejorando la previsibilidad.
"Nuestro trabajo consiste en anticipar hacia dónde se dirige el mercado —desde los cambios climáticos hasta los gustos de los consumidores— y ofrecer a los productores la genética, los conocimientos y la confianza necesarios para prosperar", añadió Calvo. "Eso es lo que hace que estas jornadas de campo sean tan poderosas: guían a toda nuestra red a conversar sobre el futuro".
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