La recolección de patata en Salamanca continúa retrasada debido a la combinación de siembras tardías provocadas por las lluvias primaverales y la escasa demanda por parte de la distribución. Según UPA Salamanca, estas condiciones, sumadas a los bajos precios actuales, desincentivan a los agricultores a arrancar el cultivo.
Este año, la provincia ha destinado 5.218 hectáreas al cultivo de patata, un aumento del 14% respecto a 2024, aunque la producción se estima entre un 15 y 20% inferior a campañas anteriores. Por tanto, Salamanca no producirá más patata que en años previos, descartándose que el exceso de oferta local sea la causa del estancamiento del mercado.
En cambio, la situación difiere en Francia, donde los agricultores sembraron patata más temprana y en mayor cantidad, generando un exceso de producción que ha repercutido en los mercados europeos.
El incremento de superficie en Salamanca y Castilla y León se ha visto impulsado por la caída del cultivo de remolacha, debido a los contratos poco atractivos ofrecidos por las empresas. Parte de esa superficie se destinó a patata, mostrando la sensibilidad del cultivo frente a cambios en otros sectores agrícolas. UPA Salamanca advierte que decisiones similares en cultivos clave como el maíz, con más de 16.000 hectáreas, podrían generar problemas para la próxima campaña.
Actualmente, los precios bajos y los altos costes de producción, que superan los 8.000 euros por hectárea, sitúan a los agricultores en una situación complicada. Por ello, desde la organización agraria se hace un llamado a los consumidores para que prioricen la compra de producto nacional y de proximidad, apoyando al sector productor y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
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