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México

El chile poblano criollo, en riesgo frente a la expansión de híbridos importados

El chile poblano criollo, ingrediente clave de los tradicionales chiles en nogada, atraviesa una crisis marcada por la escasez y la competencia de variedades híbridas importadas.

Según la Cooperativa Guardianes Calpan, por cada dos chiles criollos cultivados en la Sierra Nevada poblana circulan alrededor de mil híbridos provenientes de semillas de origen chino. La organización advierte que esta situación amenaza la continuidad de una tradición agrícola y gastronómica con siglos de historia.

La problemática no es reciente, pero se ha intensificado en los últimos años debido a la falta de apoyos oficiales, la competencia frente a semillas transgénicas y los efectos del cambio climático.

Jessica Andrade Cruz, directora operativa de Guardianes Calpan, subraya que la mayoría de los consumidores desconoce esta diferencia: "El chile criollo auténtico es muy poco conocido en México. Lo que solemos consumir son híbridos, principalmente de semilla china. Esto afecta el sabor, la textura y la identidad de nuestro platillo más representativo, el chile en nogada".

El chile poblano criollo se cultiva de forma artesanal en traspatios y pequeñas parcelas, generalmente en menos de media hectárea. Su producción, libre de agroquímicos y modificaciones genéticas, garantiza calidad pero eleva su precio: entre 80 y 90 pesos por kilo, frente a los 20 a 40 pesos del híbrido.

El criollo es más alargado, de piel delgada y resistente al tatemado, con sabor equilibrado y crocante. En contraste, el híbrido se asemeja al pimiento morrón, con exceso de agua, menor sabor y picor irregular.

La cooperativa reúne agricultores de ocho municipios de la Sierra Nevada y estima que en 2024 apenas se sembraron 56 hectáreas de chile criollo, con una producción anual de 840 toneladas. A nivel nacional, en el mismo periodo se generaron más de 405 mil toneladas de híbrido. "A comparación de los miles de chiles que se consumen en todo el país, la cifra es ridícula", señaló Andrade.

Las lluvias constantes de este año han agravado la situación: el exceso de humedad pudre los frutos y obliga a productores a abandonar sus parcelas, lo que compromete la recuperación de la inversión anual.

"Con el chile poblano está pasando lo mismo que con el maíz y el cempasúchil: las semillas mexicanas están siendo desplazadas por transgénicos importados. Si no hacemos un rescate ahora, nuestro chile podría desaparecer", advirtió Andrade.

La cooperativa busca apoyos institucionales y sociales para incentivar la siembra de chile criollo. El objetivo, sostienen, es preservar un producto que forma parte del patrimonio cultural y gastronómico de México.

De no lograrse, el chile poblano criollo podría desaparecer y, con él, la esencia de uno de los platillos más representativos de la cocina mexicana.

Fuente: contrareplica.mx

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