La cosecha de fruta de hueso de 2025 en España, que empezó con un retraso de entre diez y quince días en las zonas más tempranas y se ha mantenido durante el transcurso de la campaña, en todas las zonas productoras, se ha visto mermada por el impacto de tormentas de granizo, ha tenido una menor presión de países terceros y ha podido alcanzar precios más altos. ¿Será el balance positivo para que el sector pueda aumentar su inversión y que la superficie detenga su tendencia a la baja?
"En la campaña de 2025, desde abril hasta la tercera semana de julio, la oferta estuvo generalmente por debajo de la demanda, debido a la incidencia de tormentas con granizo en Murcia, Cataluña y Aragón principalmente, así como al buen consumo gracias al calor y el buen tiempo en la mayor parte de Europa. El mes de agosto se ha caracterizado por una demanda apática y un mercado más tranquilo de lo habitual", recuerda Santiago Vázquez, director comercial de La Vega de Cieza.
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La empresa murciana produce y comercializa anualmente unos 23 millones de kilos de fruta de hueso, así como entre 4 y 5 millones de kilos de kaki. Con unos 60 productores asociados, cubren la gama completa de fruta de hueso, el 90% de la cual procede principalmente de Murcia, donde diversifican sus plantaciones en distintas zonas desde los 0 a los 500 metros de altitud.
"Este año, la producción se redujo en Murcia, en las zonas de media estación y en las tardías, debido al contundente impacto del granizo, que dio lugar a una falta de producto en general que se notó bastante entre junio y mediados de julio, coincidiendo con el inicio tardío de Cataluña y Aragón". Y es que, desde el 7 de abril hasta el 30 de junio, se han registrado tormentas de granizo todas las semanas, con mayor o menor intensidad, en distintos puntos del país. Estas tormentas han afectado especialmente a las producciones frutales, provocando daños en más de 31.000 hectáreas.
En Cataluña, una de las principales zonas productoras, los volúmenes de fruta de hueso de 2025 han estado alrededor de un 30% por debajo de su potencial productivo, con un aprovechamiento bajo de la fruta cosechada para su venta en fresco por el impacto del granizo. Santiago Vázquez recuerda que "las franquicias y límites de las cantidades asegurables provocan que los seguros agrarios solo cubran una parte, para aquellos que lo pierdan todo por adversidades climatológicas".
Precios más altos en 2025 ¿mayor rentabilidad?
Las mermas por el impacto de la meteorología adversa, así como la menor presencia de fruta de otros países mediterráneos como Turquía, Grecia, Moldavia o Hungría, entre otros, han influido en un alza de los precios respecto la campaña anterior, con medias más de un 25% más altas para las nectarinas entre finales de junio y principios de julio, en comparación con 2024.
"Si bien los precios han sido más altos en la campaña de 2025, no podemos olvidar que los rendimientos han sido generalmente menores y que los costes de producción continúan con una tendencia alcista, tanto para los insumos para producir como por los problemas derivados de la cada vez más escasa mano de obra local", sostiene Santiago Vázquez.
"Por tanto, a pesar de que las cotizaciones han sido más elevadas, significa que, en muchos casos, los márgenes de beneficio —para aquellas empresas que no hayan estado severamente afectadas por el granizo— podrán ser similares a los de las campañas previas. En la mayoría de casos, no me atrevería a decir que habrán ganado más dinero".
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El director comercial de La Vega de Cieza recuerda que no se puede perder de vista el aumento continuo de la presencia de terceros países en los mercados europeos, que si bien este año han sufrido pérdidas importantes por el impacto de las heladas, continúan creciendo en producción:
"Países como Turquía o Moldavia, entre otros, siguen incrementando sus plantaciones de fruta de hueso y cada vez apuestan más por las mismas variedades que plantamos en Europa. Si bien al estar cerca de Rusia tienen, como es el caso de Turquía, en este país su mercado más importante, también tienen el ojo puesto en Europa, ya que también hay productores europeos —españoles entre ellos— invirtiendo en estos países para producir más barato, ya que los sueldos y los requisitos en materia social y del uso de materias activas no pueden compararse con los estándares y regulaciones europeas. La competencia con estos países es realmente desigual y, sin duda, nos irá restando competitividad si no se aplican cláusulas espejo, entre otras medidas, a su entrada en la UE".
Rendimientos inestables en albaricoque. La platerina crece a la sombra del éxito del paraguayo
El albaricoque lleva presentando en los últimos años variaciones importantes en los rendimientos, con una tendencia a la baja. Este año, la producción ha caído significativamente respecto a la campaña anterior, que fue la más alta desde 2018.
"En general, estamos notando bajadas de rendimiento en plantaciones de albaricoque ubicadas en distintas zonas productoras, tanto en España como en otros países. Si bien creo que parte de ello se debe a los efectos del cambio climático, con la reducción de horas de frío, opino que las mismas variedades dejan de ser tan productivas. Variedades que hace diez años daban cosechas abundantes, han bajado sus rendimientos, en cualquier parte de España independientemente de su nivel de horas frío. Lo mismo ocurre con las platerinas, aunque con un margen de tiempo bastante inferior.
La platerina, o nectarina plana, es una especie que poco a poco va creciendo en producción y en consumo. "Nosotros ya contamos con alrededor de 2.000 toneladas. Y es que se trata de una variedad sabrosa y de fácil consumo, por su forma y por no tener hueso. No obstante, no termina de ser tan jugosa ni tan homogénea y estable como el paraguayo, que prácticamente nunca defrauda al consumidor en las compras. Desde que se introdujo, el paraguayo duplicaba su consumo cada año. La platerina es un gran producto, pero de momento, no creo que se popularice todavía como lo ha hecho el paraguayo", indica Santiago Vázquez.
La superficie dedicada al cultivo de fruta de hueso en 2024 se redujo un año más hasta las 125.580 hectáreas, lo que implica un 15% menos que en 2017, según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El cultivo que más superficie ha reducido en estos años ha sido el melocotón, con una disminución del 23%, mientras que en 2024 respecto a 2023, el cultivo de nectarina es el que más retroceso experimenta (-7,7%). Por regiones, todas las principales productoras recortaron superficie en 2024 respecto a 2023 excepto Aragón (+1,3%) y Castilla-La Mancha (+0,3%). Así, Cataluña retrocedió un 2,7%, Murcia un 3% y Extremadura un 1,6%.