El aclareo químico de precisión en manzanos se ha convertido en una herramienta clave para lograr una carga frutal equilibrada con una mínima intervención manual. En esta línea, una investigadora está analizando en profundidad los principales productos utilizados actualmente en Tasmania.
Cada primavera, los productores de manzanas deben eliminar el exceso de flores y frutos cuajados para favorecer el desarrollo de frutos de mayor calibre y calidad. Como es habitual, los manzanos generan más flores de las que pueden llevar a término comercialmente. Según explica Leticia Reis, fisióloga del cultivo de frutales del Instituto de Agricultura de Tasmania, el aclareo no es una tarea menor: se trata de una práctica esencial, ya que regula directamente la carga productiva del árbol, incidiendo de forma directa en el rendimiento, el tamaño del fruto, la floración del año siguiente y, en última instancia, en la rentabilidad sostenida del huerto.
Durante la última campaña, Reis colaboró con Montague Farms en un ensayo de campo en un huerto comercial de manzanas ubicado en Legana, al norte de Tasmania. El objetivo: poner a prueba diferentes agentes químicos de aclareo y evaluar su impacto sobre los costes de producción, la eficiencia en el uso de la mano de obra, los rendimientos y la calidad del fruto.
Uno de los participantes fue Rodney Hogan, de Montague Farms, quien también asistió a un reciente taller sobre aclareo celebrado en las fincas de R.W. Squibb and Sons en Spreyton, coordinado por Apple and Pear Australia Limited (APAL). Durante el evento, la investigadora presentó los resultados obtenidos. "Cuantos más ensayos hagamos para saber qué funciona y qué no, mejores decisiones podremos tomar para nuestro negocio", afirmó Hogan. "Toda investigación que podamos aplicar es de gran valor. Cultivar manzanas es nuestra forma de vida, y si podemos hacer el trabajo de forma más inteligente, eficaz y económica, ese es el camino que debemos seguir".
El estudio reveló que Brevis, aplicado una o dos veces después de la floración —y especialmente en combinación con ATS y Ethrel— logró un aclareo eficaz sin comprometer la calidad del fruto, posicionándose como una alternativa viable al Carbaryl. Además, los datos sugieren que dosis más elevadas de Brevis podrían aumentar su eficacia en determinadas condiciones agronómicas.
Con la vista puesta en la campaña 2025–2026, Leticia Reis llevará a cabo un nuevo ensayo de aclareo en un campo de Buckeye Gala de 10 años en Montague Farms. Esta vez, probará un producto experimental a base de ácido 1-aminociclopropano-1-carboxílico (ACC), que aún no cuenta con registro para uso comercial en Australia. El ensayo evaluará la eficacia del ACC aplicado en distintos momentos del ciclo: durante la floración y también como tratamiento de rescate.
Además, se estudiará el comportamiento del Metamitron aplicado tras la floración. Aunque su uso está bien documentado en Europa y Norteamérica, su desempeño bajo condiciones australianas sigue siendo objeto de investigación. "Este proyecto nos da la oportunidad de probar el ACC y ofrecer al sector respuestas tempranas sobre su eficacia, momento de aplicación y posible integración en las estrategias de manejo de carga frutal", señaló Reis. "Está surgiendo como un candidato prometedor para complementar o incluso sustituir a los productos tradicionales".
La investigación también busca validar el uso de herramientas de apoyo a la toma de decisiones, como RIMpro y BreviSmart, comparando sus predicciones con los datos reales de cuajado y carga frutal observados en campo. Estos ensayos forman parte del proyecto Apple Production Systems (PIPS) 4 Profit (AP22004), financiado por Hort Innovation mediante el aporte del canon de investigación y desarrollo de manzanas y peras, con el respaldo del Gobierno australiano.
Fuente: Tasmanian Country