La reciente aprobación por parte de la Unión Europea de los bioestimulantes desarrollados por la empresa sudafricana Introlab marca un hito clave en su expansión internacional, al permitirle fortalecer la colaboración con distribuidores, cadenas de supermercados y productores agrícolas en toda la región.
Con presencia ya consolidada en más de veinte países y más de cien registros de productos, Introlab sigue posicionándose como referente en soluciones agrícolas basadas en ciencia. Sus productos estrella, Xcell Maxima y Xcell Boost, ya se comercializan oficialmente en todos los países miembros de la UE, ofreciendo a los productores herramientas comprobadas para fortalecer la sanidad vegetal, aumentar la tolerancia al estrés en los cultivos y mejorar la productividad de manera sostenible, según afirma la propia compañía.
© IntrolabEl bioestimulante Xcell Maxima está compuesto un 100% de algas puras (Ecklonia maxima), cosechadas en la costa oeste de Sudáfrica.
"Lograr la certificación CE para nuestros productos Xcell Maxima y Xcell Boost representa un paso estratégico enorme en nuestra proyección global", asegura Hendri Botha, gerente de ventas internacionales de Introlab, firma fundada en 2005. Durante la última edición de Fruit Attraction, el creciente interés por los bioestimulantes quedó patente, subrayando la relevancia de este tipo de soluciones dentro de una agricultura cada vez más orientada hacia la sostenibilidad.
"Esta certificación no solo valida la eficacia y calidad de nuestros productos, sino que también refuerza nuestro objetivo de ofrecer herramientas agrícolas de última generación que cumplan con los más altos estándares regulatorios, apoyando a los agricultores en su transición hacia una producción más resiliente y respetuosa con el medio ambiente", añade Botha.
© IntrolabUn viñedo de uvas de mesa se beneficia de la aplicación del bioestimulante de Introlab.
Con más de veinte años de investigación y desarrollo a sus espaldas, Introlab se ha ganado la confianza del sector agrícola al ofrecer soluciones prácticas que permiten optimizar el uso de recursos y mejorar el rendimiento sin comprometer el equilibrio natural.
Un ejemplo tangible lo ofrece Gordon Anderson, responsable de una finca de fruta de pepita en Greyton, en el Cabo Occidental (Sudáfrica). Anderson relata que tenían serios problemas de pérdida repentina de firmeza en la fruta y presencia de Fusarium tras lluvias excesivas. Fue entonces cuando recurrieron a Introlab en busca de una solución.
"Lo que realmente me sorprendió durante los ensayos fue la mejora en la absorción de calcio: alcanzamos un 66% más de absorción que con los tratamientos anteriores. Ha sido clave para resolver nuestras dificultades", explica Anderson.
Además de aplicarlos foliarmente, también se incorporaron los bioestimulantes al suelo, lo cual —según señala— favoreció notablemente el desarrollo del vello radicular. El impacto fue inmediato: mayor calibre, aumento en el rendimiento por hectárea y, sobre todo, una firmeza superior del fruto que se traduce en una vida útil más prolongada. "Hemos observado una mejora del 101% en la calidad de la fruta, lo que supuso un incremento del 56% en los ingresos totales de este huerto. No cabe duda de que ha sido gracias al programa de Introlab", expresa.
Ante estos resultados, Anderson confirma que ahora planean implementar el uso de bioestimulantes de Introlab en todos sus campos de manzanos y perales.
Cuando los productores prosperan, también lo hacen las comunidades y los ecosistemas que los rodean, subraya Botha. "Nuestra misión en Introlab es impulsar una agricultura regenerativa mediante soluciones con solidez científica y con una profunda conciencia ambiental. Creemos firmemente que la innovación debe ir de la mano del respeto por la tierra y el futuro de quienes la trabajan".
Para más información:
Chelsey le Roux
Introlab
Tel.: +27 21 864 2145 (Sudáfrica)
[email protected]
www.introlab.co.za
