El Ministro de Agricultura de Sudáfrica, John Steenhuisen, y su homóloga china, la Ministra Sun Meijun de la Administración General de Aduanas (GACC), firmaron ayer en Shanghái un histórico protocolo de comercio de frutas de hueso.
El acuerdo permite por primera vez la exportación a China de cinco frutas sudafricanas: albaricoques, melocotones, nectarinas, ciruelas y ciruelas pasas. También supone la primera vez que China negocia el acceso de varias frutas de hueso de un mismo país en un único acuerdo.
"Este protocolo forma parte de una estrategia más amplia para hacer que la agricultura sudafricana dependa menos de compradores tradicionales y responda mejor a nuevos patrones de consumo, como la creciente clase media en China, que está impulsando la demanda de productos agrícolas de alta calidad", explicó Steenhuisen.
Aunque los mercados se desarrollan con el tiempo, el ministro destacó que el acceso que ofrece este protocolo a un mercado tan amplio como el chino tiene un enorme potencial y ayudará a compensar el impacto inmediato de los aranceles estadounidenses, especialmente sobre las ciruelas.
"La apertura del mercado chino podría generar unos 400 millones de rands en los próximos cinco años, una cifra que podría duplicarse en la próxima década. Calculamos que en la primera temporada de exportación 2025/26 podría generar alrededor de 28 millones de rands y 54 millones en 2026/27", indicó Steenhuisen.
La apertura del mercado chino permitirá además a los productores sudafricanos exportar más cosecha a precios más sostenibles. Se espera que el aumento de la demanda en China, junto con una ligera reducción de exportaciones a otros mercados, impulse el crecimiento general.
Con el tiempo, esta mayor demanda y los volúmenes incrementados podrían incentivar nuevas inversiones a nivel agrícola, especialmente en la creación de nuevos huertos.
A largo plazo, la mayor demanda y los volúmenes crecientes podrían incentivar nuevas inversiones agrícolas, especialmente en la creación de plantaciones. Durante la próxima década, este protocolo podría generar unos 350 empleos directos en fincas y centros de envasado, y cerca de 600 si se incluyen industrias relacionadas como transporte y embalaje.
En sus conversaciones con la ministra Meijun, Steenhuisen invitó a un equipo técnico de la GACC a visitar Sudáfrica para inspeccionar huertos y centros de empaquetado de cerezas y arándanos durante la actual cosecha.
Si la inspección se desarrolla sin problemas, Sudáfrica podría conseguir acceso al mercado chino de cerezas en el próximo ciclo de cosecha, reforzando los lazos comerciales y creando nuevas oportunidades de exportación y empleo para el sector frutícola. Esto consolidaría además el impulso positivo en la cooperación comercial frutícola en general.
Los efectos de la inversión china ya se observan en la modernización de ferrocarriles, puertos y autopistas sudafricanas, mejorando la logística y el acceso de los agricultores al mercado. Este trabajo se enmarca en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, que prioriza la inversión en infraestructura en África.
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