La temporada de cerezas en el norte de Chile arrancó oficialmente con el primer corte comercial en Agrícola La Quiroga, en Cerrillos de Tamaya, Ovalle. Bajo la dirección del gerente general Marcelo Obando, se cosechó la variedad Nimba cv., cultivada a campo abierto desde 2021, sin utilizar coberturas plásticas. El resultado demuestra que esta variedad puede entrar temprano en producción, aun frente a la intensa radiación y las grandes diferencias térmicas de la zona.
El inicio de la cosecha, correspondiente a la semana 42, marca un hito para las zonas tempranas del país y ofrece ventajas comerciales, al permitir a los exportadores acceder a precios más altos antes del pico de oferta que llega desde el centro-sur. Esta ventana impacta directamente en la planificación de recolección, embalaje y logística.
En el campo, la Nimba cv. destaca por su calibre —con más del 80% de los frutos por encima de los 28 mm—, su alta productividad, maduración temprana y bajo requerimiento de frío. Según Andes New Varieties Administration (A.N.A.®), estas cualidades la hacen especialmente adecuada para el norte chico, donde la acumulación invernal es menor, y representan una opción estratégica para diversificar la producción.
La cosecha sin coberturas también aporta información valiosa para los productores que buscan priorizar manejo varietal sobre inversión en infraestructura, aunque sigue siendo crucial controlar radiación, riego y carga frutal para mantener la calidad en ciclos tempranos.
Con Ovalle como punto de partida, la industria cerecera chilena inicia la campaña con la atención puesta en la consistencia de los calibres, la condición de llegada y la coordinación comercial, buscando aprovechar al máximo la ventaja de la cosecha temprana que cada año se define directamente en el terreno.
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