El año que se despide es sin duda uno de los peores para las exportaciones italianas de uva de mesa. Para la organización de productores Asso Fruit Italia, Piero Pontrandolfi, de la cooperativa Tellus, asociada a la OP y punto de referencia para las exportaciones, y Costantino Pirolo, del Club Italiano de Variedades, comentan la temporada.
© Asso Fruit Italia Soc. Coop. Agr."Tendría que haber sido una buena campaña, se daban todas las condiciones, pero luego nos hemos encontrado con una realidad muy distinta a la que habíamos imaginado. El tiempo favorable determinó una fuerte concentración de la oferta de uva de mesa, con solapamiento de los calendarios de producción de los competidores de varios países europeos y extraeuropeos", explica Piero Pontrandolfi. "En cambio, las condiciones meteorológicas nos penalizaron a partir de agosto, con una humedad elevada y constante que provocó graves daños cualitativos y una mala conservación del producto. Además, las nuevas plantas de uva sin semilla, mucho más productivas, entraron en producción, lo cual generó una disponibilidad de uva de mesa muy superior a la ya débil demanda, con la consiguiente fuerte caída de los precios".
Otros factores también han sacudido la dinámica del mercado. "Los productores tuvieron que hacer frente hasta mediados de septiembre a los bajísimos precios de producción de uva practicados por otros países, como Grecia o Egipto", señala Pontrandolfi. "Y luego, hay que tener en cuenta que Moldavia se incorporó a la oferta continental, por lo que también pudo ofrecer uva de mesa a precios competitivos. Sería impensable, e imposible, que los productores italianos propusieran precios más bajos. Mantener la calidad, la seguridad y la ética de la producción tiene unos costes importantes e inevitables que lastran la capacidad de las empresas para obtener márgenes sobre las ventas".
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El productor Pontrandolfi ve posibles remedios: "Reglas claras e iguales para todos los actores, de modo que también se garantice en la práctica una competencia leal. Además, fomentar la agregación de la producción para una gestión de riesgos y costes repartida entre varias explotaciones y artículos". Por último, no podemos dejar de señalar que el aumento de las superficies, además de afectar a los precios, impone una consideración práctica relacionada con la escasez crónica de mano de obra", concluye Pontrandolfi.
© Asso Fruit Italia Soc. Coop. Agr. Costantino Pirolo, por su parte, insiste en el papel de la investigación varietal y en la necesidad de planificar y experimentar antes de emprender caminos no adaptados a las zonas de referencia italianas.
"En general, en Italia hemos tardado en renovar la plataforma varietal y ahora lo hacemos de forma confusa y desorganizada, confiando en lo que nos ofrecen las empresas, a menudo sin una experimentación adecuada de las nuevas variedades en nuestros entornos. La añada 2025 ha demostrado la necesidad de ponderar la elección varietal en las nuevas plantaciones, de invertir no solo en el segmento tardío sino también en el temprano, de ampliar la gama de uvas disponibles, con referencia al periodo de maduración y a los sabores y colores de las bayas", afirma.
Pirolo, refiriéndose a la innovación varietal en el sector, continúa especificando: "En 2016 se puso en marcha un proyecto de mejora genética en el que colaboran 22 empresas en una red de empresas denominada Italian Variety Club, con 2 organismos de investigación (SInagri—una spin-off de la Universidad de Bari— y el Centro Ricerche CRSFA Basile Caramia) y que, tras casi una década de cruces y mejora, presentó el pasado mes de septiembre las cuatro primeras variedades oficialmente certificadas por la OCVV y se prepara para registrar 8 más". Las nuevas variedades de uva de mesa del IVC son el resultado de una sinergia entre el mundo de la empresa y el de la investigación, unidos para satisfacer las modernas exigencias del mercado en cuanto a características organolépticas, parámetros de calidad y sostenibilidad medioambiental. Con la obtención de la patente vegetal de la OCVV, a partir de 2026 las variedades IVC formarán parte de las nuevas plantaciones de Apulia, contribuyendo de manera decisiva a la plataforma ampelográfica del viñedo del futuro.
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