Después de tomates y endibias, llegaron productos de invernadero como elpimentón, la berenjena y el pepino, y después de estos se han añadido todo tipo de verduras. Desde 1997, también cubre frutas. "La mayor parte aún se compone de verduras, pero con el fin de permitir las subastas y beneficiar a los miembros de la marca, también se incluyeron manzanas, peras e incluso patatas."
Ahora hay 66 productos que tienen la etiqueta, y su cobertura es cada vez mayor. Para seguir siendo parte de la marca Flandria, el producto tiene que ser vendido exclusivamente en las subastas certificadas. El cultivo de productos Flandria se encuentra sobre todo en Bélgica, y en las regiones fronterizas de los Países Bajos y Francia.
En 2012, se introdujo otro aspecto en la etiqueta existente: 'Responsibly Fresh ', un marcador aplicado para comprobar la durabilidad del producto. Las "tres P" (personas, planeta y beneficios(profit)) se han convertido en algo así como un sello distintivo de sí mismos.
Ilse Ceulemans, Responsable de Marketing en LAVA, dice que la etiqueta en sí es siempre objeto de escrutinio. Su eficacia siempre está sometida a prueba y perfección.
"En el extranjero, nos estamos centrando en actividades B2B (business to business), promocionando la etiqueta en exposiciones y revistas. En el plano interno, se tiende a concentrarse más en el consumidor. Desde el 2000, hemos estado enviando boletines de noticias, que se transmiten en promociones de TV, conociendo a nuestros clientes en ferias, etc. Y como resultado: Un 73% por los belgas conoce Flandria. En los países vecinos, también estamos muy bien."
Más información: www.mijnflandria.be