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Los robots revolucionarán la agricultura estadounidense

Unos investigadores están diseñando robots para la última frontera de la mecanización agrícola: frutas y verduras destinadas al mercado fresco estadounidense, que se han resistido a la mecanización porque son susceptibles a las magulladuras.

Los robots están diseñados para manejar estos cultivos delicados mediante la integración de sensores avanzados, computación potente, electrónica, visión por ordenador, hardware robótico y algoritmos, además de conexión de redes y tecnologías de localización GPS de alta precisión.

Una mañana de viento en el calle californiano de Salinas, un tractor tiraba de un artilugio metálico con ruedas a través de hileras de lechugas incipientes mientras los ingenieros de Silicon Valley jugueteaban con el software para garantizar que la máquina eliminaba los brotes verdes correctos.

El Lettuce Bot puede "podar" un campo de lechugas en lo que tardan unos 20 trabajadores en hacer el trabajo a mano.

La mayoría de robots agrícolas no estarán disponibles comercialmente hasta pasados unos años, pero en esta región conocida como "el bol de ensalada de Estados Unidos", donde trabajadores emigrantes llevan siglos plantando y recolectando frutas y hortalizas, estas máquinas podrían resultar ser revolucionarias.

"No hay suficientes trabajadores para los puestos disponibles, así que los robots pueden ayudar a resolver parte del problema", explica Ron Yokota, gerente de operaciones agrícolas en Tanimura & Antle, la empresa de productos hortofrutícolas frescos propietaria del campo en el que se estuvo probando el Lettuce Bot.

La investigación de la mecanización en el sector hortofrutícola estuvo paralizada durante años porque existía una sobreabundancia de trabajadores y presiones por parte de los sindicatos de trabajadores agrícolas.

En los últimos años, debido a que la mano de obra se ha reducido y la competencia del extranjero se ha incrementado, los productores han recurrido a las máquinas para reducir los costes laborales y compensar la inestable mano de obra agrícola del país. El Gobierno federal, las empresas de capital de riesgo y las juntas de mercado han prestado su ayuda mediante fondos.

"Necesitamos incrementar nuestra eficiencia, pero nadie quiere trabajar en el campo", dice Stavros G. Vougioukas, profesor de Ingeniería Biológica y Agrícola en la Universidad de California, Davis.

Sin embargo, los defensores de los trabajadores agrícolas dicen que la mecanización llevará a que los trabajadores pierdan sus empleos, a que los productores utilicen más pesticidas y a que las provisiones alimentarias sean menos seguras.

La cosecha de fruta fresca sigue siendo el mayor reto. Además de los errores que se pueden cometer en la identificación del color y del tacto, a las máquinas les resulta difícil distinguir el producto de las hojas y de las ramas. Y lo más importante, igualar la destreza y la velocidad de los trabajadores agrícolas es difícil de conseguir.

"La coordinación mano-ojo que tienen los trabajadores es realmente impresionante y pueden recolectar increíblemente rápido. Hasta reproducir eso en una máquina, a la velocidad de los humanos y de una forma económica, todavía queda mucho camino", asegura Daniel L. Schmoldt, del Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

En California, unos ingenieros de la empresa española Agrobot están trabajando con los productores locales para probar una cosechadora de fresas.

La máquina está equipada con 24 brazos cuyo movimiento se dirige mediante un sensor óptico. Permite al robot llevar a cabo sus elecciones en función del color, la calidad y el tamaño de la fruta. Las bayas se recolectan y depositan en una cinta transportadora en la que el trabajador las embala.

Los expertos dicen que estas cosechadoras tardarán al menos diez años en estar disponibles comercialmente para la mayoría de la fruta que se comercializa fresca. No demasiado pronto para los agricultores preocupados por la disponibilidad de trabajadores, en opinión de Lupe Sandoval, director general de la asociación de contratistas de trabajadores agrícolas California Farm Labor Contractor Association.

"Si el hombre puede llegar a la Luna, se puede hacer que una máquina recolecte fruta", dice Sandoval.
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