“Nuestra pitaya es más dulce, por lo que no necesita tener una vida útil tan larga como la fruta del dragón de Asia, así que tenemos que enviarla por aire", explica Niva Ben Zion, de Avniv. “Aunque la fruta asiática es más barata y tiene una vida útil más larga, no tiene el color rojo de la fruta israelí y su aroma y sabor dulce característicos". Como resultado, la pitaya israelí se considera una fruta de especialidad y se vende principalmente en establecimientos especializados de Europa, aunque en los supermercados del Reino Unido ha penetrado más debido a su estatus de nicho. Niva opina que dar a conocer la fruta a los consumidores es importante y los exportadores israelíes se han esforzado por informar a los consumidores sobre la fruta y enseñarles a utilizarla".
“Algunos consumidores podrían conocer un producto similar a nuestra pitaya, pero en realidad es un producto inferior", asegura Niva refiriéndose a la fruta del dragón de Asia. “Por tanto, necesitamos ganarnos la confianza de la gente haciéndoles probar nuestra pitaya para que vean que es muy distinta a la que quizás hayan probado antes". Niva confía en que más personas prueben la pitaya israelí y señala que los mangos y los aguacates eran productos con los que los europeos no estaban familiarizados, pero ahora son una constante en los supermercados de todo el continente. Por ahora, no obstante, Niva cree que tienen un buen mercado de nicho para la fruta.
“La cosecha de la pitaya requiere mucho trabajo manual, así que es un producto caro que no todo el mundo puede cultivar", indica Niva. “Los que lo cultivan están especializados en la pitaya y prevén buenas cosechas, así que será una temporada normal". Teme que la fruta despegue demasiado pronto, ya que la presencia de mucho producto en el mercado podría hacer bajar los precios y llevar a una situación en la que los productores tengan que cultivar más para ganar lo mismo que antes. Por ahora, la situación es estable para los productores y exportadores israelíes de pitaya.
Avniv también exporta maracuya, y ya casi con la mitad de la temporada transcurrida, Niva dice que han exportado mucha más maracuya que pitaya. Mientras que la pitaya es un producto de nicho que solo se vende en el mercado de productos frescos, los productores de maracuya pueden vender su producto fresco o enviarlo al mercado de productos para el procesamiento. Las mayores posibilidades de ventas hacen de la maracuya un producto estable y esa seguridad añadida atrae a más productores, lo que, a su vez, genera más volumen.
“También enviamos nuestra maracuya por avión a Europa", explica Niva. "De esa manera, en lugar de enviarla por mar, nos aseguramos de que no pierda su sabor o su aroma".