“El invierno no ha afectado a la calidad de los pimientos, aunque ha sido muy frío”, afirma David Pereira, de Mor Gro Farms, en Leamington, Ontario. “Eso ha afectado a la producción, aunque solo en lo concerniente a las facturas de calefacción, que han sido mayores de lo previsto, pero no ha limitado la producción de ningún otro modo”. Pereira explica que no es obligatorio necesariamente que esos costes repercutan en los consumidores en forma de mayores precios al por menor. Como los precios son mayoritariamente resultado de la interacción entre la cantidad de producto en el mercado y la demanda de los consumidores, la disminución de volumen podría generar un pico en los precios, pero con la cantidad de luz de que los productores de la región han disfrutado este año, no es probable que haya una caída en la producción.
“Los niveles de luz son comparables a los del año pasado, que estuvieron bien”, asegura Pereira. Si los niveles se mantienen, Mor Gro espera tener pimientos rojos, amarillos y verdes disponibles de sus 4,2 hectáreas de producción a partir de abril.
“Todo el mundo se está preparando para el comienzo de la temporada”, explica Pereira. “Los minoristas siempre dan un buen recibimiento a la nueva cosecha”.
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